Bienvenidos a este humilde pero sincero espacio. Aquí escribo mis pensamientos, cosas que me preocupan, algunas vivencias, historias que conozco... lo que me dicta el corazón para compartirlo con otras personas, es una manera de saber que no estamos solos en este mundo virtual y poder hacerlo más real y cercano. Me gusta escribir y me siento bien haciéndolo, ojala estás letras lleguen a ustedes como yo quisiera. Siéntanse libres de comentar lo que deseen. Gracias por estar aquí.

lunes, 25 de diciembre de 2017

Hablemos de amor

Quiero que este regreso al blog sea con amor, mucho amor, ustedes saben que yo vivo enamorada del amor. Por eso esta entrada es al amor.
Todos sabemos que es muy difícil controlar de quien nos enamoramos. Eso sencillamente sucede, aunque no lo busques. Sin pretenderlo y muchas veces hasta sin desearlo. El amor es así. Por supuesto hay amores que atrapan y arrastran. Que nos ciegan, y aunque nos hagan sentirnos muy felices, también nos hieren, a veces fieramente. Es así. No se entiende, se vive... Llevo encima todos los besos de los labios que tanto he amado.
Me quedé prendida de él en cuanto lo vi, no pude hacer nada por evitarlo, y es que hay veces en que el corazón vence a la razón. Es cierto, que es el amor y no Red Bull, quien te da alas. Alas, y cara de tonta, cuando te besan sin previo aviso y sientes que el amor te cala.
Aquel día dijo: “DÉJAME INTENTAR”… y yo dije “PUEDE SER”… Y así comenzó, el intentándolo, yo dejando que sucediera… logró robar mi corazón y hacerlo muy suyo. Me ha amado como nunca nadie, ha llenado mi vida de ilusión y fantasía.
Se acerca y sus caricias me resucitan. Sólo él me conoce, sólo él sabe quién soy y cómo ordenarme, cómo encontrarme. Para el resto del mundo soy y seré un indescifrable montón de asteriscos, para el siempre seré la puerta a un nuevo mundo.
Paladeo sus besos que auguran caricias y una forma de hacer el amor que solo encontré en él. Es la magia de un instante, su risa colorea mi día y mis suspiros se rinden ante sus ojos. Estar con él es un viaje estelar que ilusiona, somos solo una chispa pero que es suficiente para encender el universo.
Después de mucho tiempo, en el sitio justo, en el momento preciso, él ya me estaba esperando con una sonrisa que hacía palidecer a los reflejos del sol en la arena. Y mirando esa sonrisa me he vuelto a sentir como respirando viento fresco en lo alto de un acantilado, como gaviota mecida en su aliento; Sí, porque sonríe con los ojos, con la nariz y las orejas, con la comisura de los labios, con sus brazos, con sus piernas; sonríe sin mover las cejas; sonríe con fuerza gitana en sus venas. Nunca he conocido a nadie con una risa tan contagiosa, tan grande, tan sincera, tan elegante. Y entre risas de niños y miradas de amantes nos contamos al oído esas cosas que no se pueden escribir ni embotellar para tirar al mar.
Estoy enamorada, hace mucho que me ha calado muy hondo. Le pregunté: "¿aún me quieres?" respondió: "aún no, todavía". Y sonriendo siguió diciendo “seré sin que sepas de mí, seré quien quieras que sea, seré el juego al que juegues, seré la uña que muere en tu mano, seré arañazo en tu espalda, seré caramelo en tus labios, seré beso en tu alma…”
Con él siempre he sido una chica fácil, es difícil no ser fácil a su lado. Lo he echado mucho de menos. Ya sé que puede sonar un poco tópico, pero hoy me siento astronauta desafiando a la gravedad, cometa jugando en la playa, entre el viento, el cielo y el arrullo del mar unido a su risa. Hoy me siento arrullada, a ritmo de mecedora, sucumbiendo a dulces canciones susurradas en la penumbra de ese abrazo que precede al sueño. Me siento mecida por sus labios, y el tiempo se detiene.
Dicen que el amor es un templo con una sola entrada y demasiadas salidas hacia el país de nunca jamás. Una mueca; una tarde de sol. Un vestido arrebatado. Amantes arrodillados. Y él y yo. Su amor es inmenso, su pasión inigualable, su ternura y entrega interminable y su compañía admirable.
Es como la suave brisa del mar que viaja con el vaivén de las olas, el calor de la playa desierta en pleno verano relajándome y haciéndome olvidar el largo vaivén de mi existencia sin su ser siempre a mi lado. No quiero un alma gemela idéntica a mí. Lo quiero a él, que me completa, que me hace entender la plenitud de AMAR. Solo él tiene el poder de hacerme vacilar y al mismo tiempo enfrentarme al mundo con la luz de su mirada por eso y por muchas cosas más lo amo tanto...

I LOVE YOU FOREVER AND EVER.

viernes, 22 de diciembre de 2017

Gracias

Este es el único título que puede llevar esta entrada.
Más allá de las consabidas disculpas por los abandonos de los amigos y falta de respuestas a los lectores, esta es una entrada para asegurarles que no me olvido de mi blog ni de ustedes, amigos lectores. Los amores no se olvidan, simplemente confiamos en que comprenderán y serán pacientes…
Diversas situaciones personales que he enfrentado y a las que he tenido que dedicar mucho tiempo me han tenido apartada. Pero la vida sigue y retomo mis caminos, mis sueños… y uno de ellos es este sitio, de ustedes y mío. Hacía mucho tiempo que no escribía. Después de muchos meses la primera entrada que escribí fue la que publiqué aquí hace unos días dedicada a mi madre. Espero poder recuperar el ritmo normal de mi vida. A veces hay que perderse para poder encontrarse de nuevo.
De nuevo daré rienda suelta a mis pensamientos, a mis sentimientos… para placer de unos y quizás disgusto de otros. Tanto los pensamientos como las vivencias, tienen que servirnos para construir lo que queremos ser, y no ser autodestructivos.
A pesar de los pesares, sabía que regresaría a este blog, es por eso que no lo borré si no que lo dejé en stand by. Hasta la musa me había abandonado, pero creo que está regresando y este es un espacio especial al que siempre quiero volver. Esta es en realidad mi casa, parte de mi vida, y ahora me encuentro con ilusión de nuevo para invitarlos a entrar otra vez y compartir.
A pesar de mi alejamiento ustedes han seguido dejándome mensajes en este abandonado blog. Sólo puedo agradecer todo el apoyo que he recibido por su parte desde el principio, que sin conocerme se han tomado la molestia de dejarme algún comentario amable.
Este pequeño sitio empezó como un rincón a compartir, como un cuaderno de bitácora donde plasmar sentimientos, nunca sabré cómo llegó cada uno de ustedes aquí, pero muchos llegaron para quedarse y se han convertido en su motor. Además de mi pasión por escribir ustedes son el motivo por el que seguirá funcionando.

A todos, gracias, una vez más.

lunes, 18 de diciembre de 2017

Madrecita de mi alma, estés donde estés...



Hay situaciones en las que la tristeza abarca nuestro corazón, momentos difíciles en nuestras vidas, que no encontramos consuelo en nada que hacemos.
Mamita hoy hace cinco meses que no estas a mi lado. Estos meses han sido difíciles, de mucho dolor, de un infinito dolor que se esconde pero no se va. Cuando recibí la noticia de tu muerte me quedé como paralizada, sentía un dolor tan fuerte que apenas podía respirar, lo único que pude hacer fue abrazarme a mi hija y llorar... llorar sin consuelo.
Los años de tu enfermedad fueron muy duros... pero al menos tenía tu mirada perdida y tu sonrisa vacía. Hoy no tengo nada, solo dolor. Poco a poco esa maldita enfermedad, el Alzheimer, te arrancó de mi lado. Tus lindos ojos hacía años que ya no me veían a mí, a tu hija, esos ojos me miraban como si fuera cualquier otra persona pero al menos me miraban. Hoy ni eso hacen. Las horas mirándote me llenaban de un dolor tan intenso que no puedo describir, porque ya me sentía perdida al saberte perdida a ti. Y en la recta final me dolía hasta mirarte, el dolor era tan intenso que no podía soportarlo.
Durante años te estuve llorando en silencio porque ya no te tenía, ya estabas ausente, no podía conversar contigo, ni reírme como lo hacíamos tantas veces. Eso me costó muchas lágrimas porque no me conformaba con esa perdida. Pero ahora sí te he perdido definitivamente y juro por Dios que al irte de este mundo mi corazón y mi ser quedaron hechos añicos, sin la esperanza de que un día vuelvan a juntarse las piezas.
Durante estos meses la tristeza me ha embriagado y me ha absorbido totalmente. He mantenido una calma que no tengo, una apariencia tranquila... pero en el fondo de mi corazón el dolor me ha estado destrozando. Desde tu muerte ni siquiera escribir, me alivia, eso que es algo que siempre me ha ayudado en momentos difíciles o tristes. Mamita esa eterna madrugada algo se me fue contigo, prendido en las alas de tu alma…
Aquel vacío que sentía en los últimos años de tu enfermedad, no se compara con este que siento ahora. Nada es comparado con este dolor. Tu vida fue mi vida ese punto de llegada y de partida… y serás mientras yo viva el amor que no se olvida. Dicen que vivir en el corazón de quienes te quieren es no morir. Entonces tú no has muerto porque vives en mí todo el tiempo, estás conmigo, en mis sueños, en mi mente y en mi alma… así que aún te tengo. Siempre estuve orgullosa de ti, tu ADN es un privilegio. Si volviera a nacer te volvería a elegir a ti...
Ahora solo tengo recuerdos grabados en mi mente y en mi corazón. Extraño tus cuentos, tu risa… vivo de recuerdos, con lágrimas en los ojos y un nudo en la garganta… revivo, nuevamente hasta los detalles más simples que te hacían feliz. Sé que tengo que seguir y que además es lo que tú quisieras pero sin ti me siento vacía. Siempre te guardaré en mi corazón y recordaré todos los momentos felices que viví a su lado.
Nada va a hacer que vuelvas y sé que es así, pero me falta algo, un vacío que nadie puede llenar. Te extrañaré cada momento de cada día y te doy gracias por haber sido una increíble madre, mujer y modelo a seguir para tantas personas. Todavía hay noches en las que lloro y lloro hasta quedarme dormida. Otras veces procuro no centrarme en tu ausencia, sino en lo que me queda por delante, por luchar, por vivir.
Mamita, fuiste nuestro eje, nuestra protectora y ahora eres nuestro ángel. Físicamente ya no estás, pero sigues aquí, en cada fibra de mi cuerpo. Madrecita de mi alma, estés donde estés... mi eterno amor estará contigo. Gracias por hacerme la persona que soy hoy. Sé que desde el cielo me cuidas y me proteges, no sabes la falta que me haces pero tengo que seguir adelante como tú me enseñaste, gracias a ti he logrado y seguiré logrando muchas cosas que me he propuesto, gracias por siempre cuidarme de cualquier mal.
Hasta siempre Mamita bella. Descansa en paz. Gracias por ser mi mamá. Te extraño infinitamente y te amo desde lo más profundo de mi alma por toda la eternidad.