Bienvenidos a este humilde pero sincero espacio. Aquí escribo mis pensamientos, cosas que me preocupan, algunas vivencias, historias que conozco... lo que me dicta el corazón para compartirlo con otras personas, es una manera de saber que no estamos solos en este mundo virtual y poder hacerlo más real y cercano. Me gusta escribir y me siento bien haciéndolo, ojala estás letras lleguen a ustedes como yo quisiera. Siéntanse libres de comentar lo que deseen. Gracias por estar aquí.

martes, 24 de noviembre de 2015

Las mujeres somos increíbles

Ser mujer… primero que nada, es hermoso. Sí, es hermoso, con lo complicado que resulta. Somos el ser humano mas completo de la creación, hermanas de la naturaleza, formadoras de talentos desde el amor, siendo madres, amigas, maestras… y encontrar el delicado equilibrio entre la profesión y el mundo privado es toda una hazaña. Y aún sabiendo lo sacrificado y doloroso que es traer un hijo al mundo, disfrutamos de la belleza de ser madres y prestamos nuestro cuerpo para dar vida a una nueva y hermosa vida.
Nosotras venimos en medias, tacones y pelucas diferentes. Estamos en todas partes, en la calle, oficinas, playas, templos, espectáculos y siempre que podemos fuera de la cocina. Los automovilistas nos temen, los modistos nos odian, los hombres nos adoran, los niños nos necesitan, y las lágrimas nos protegen.
Lo más hermoso de ser mujer es tener el poder de la transformación y de la trascendencia de la raza humana. Si bien es cierto que los hombres hacen su aporte al poner el espermatozoide para la creación de un nuevo ser, es la mujer quien tiene el poder de transformar ese huevo fecundado en un ser humano completo, quien se encarga de alimentarlo, de llevarlo en su vientre hasta el momento del nacimiento y de llevarlo de la mano a lo largo de su vida para convertirlo en un ser humano íntegro.
Me apasiona todo lo que me embellece. Yo celebro ser fémina todos los días, no solamente hoy ni esta semana sino siempre. Es una de las cosas que más disfruto en esta vida, haber nacido mujer. He sabido gozar y llorar, caerme y levantarme y esto continúa siendo así.
Las mujeres tenemos el don de escuchar y comprender, de hacer varias cosas al mismo tiempo, ocultar las lágrimas perfectamente, seguir adelante como se pueda y hacer feliz a alguien con sólo una sonrisa. Sabemos destacar los pequeños detalles, valorar las pequeñas acciones, así como repudiar y enojarnos por lo más mínimo, por una palabra mal dicha en un momento inoportuno.
Las mujeres somos el amor tras una capa de pintura, el misterio tras una mirada y la ternura en metro y medio. Tenemos la astucia del zorro, el candor de un lirio, la audacia de un tigre, el fuego de un volcán, la pureza de la nieve, la intuición de cuatro linces, la mansedumbre de un arroyo, la curiosidad de un gato y la fortaleza del acero.
Como todas las mujeres, amo amar y ser amada apasionadamente sin motivo de vergüenza alguna pues un ser sin pasión es un ser muerto en vida. También, he experimentado el lado opuesto de amar y no ser correspondida y puedo decir de igual manera que he sabido lo que es que me amen y no corresponder. He sabido limpiar los errores para comenzar desde cero y salir triunfante comprendiendo que de los errores se aprende pues son lecciones para que el alma se renueve y se fortalezca. He tenido la oportunidad de hacer muchas cosas con la libertad de decir cuándo, cómo y con quién lo hago y con quién no.
Las mujeres somos sensibilidad a flor de piel. Sabemos tomar la fiebre, llevar adelante un hogar, ayudar a un niño perdido a encontrar su casa, sonreírle a un bebé al pasar… Y también sabemos ser histéricas; y querer algo, tenerlo, y después no quererlo más. Sabemos pedirle a alguien que se vaya, y querer que se quede, llorar de rabia, y guardar silencio… Ser mujer requiere su esfuerzo, y a veces necesitaríamos días de descanso. Pero sin duda somos hermosas, aún en esos momentos en que nos preguntamos por qué no nacimos hombres.
Nos gustan los perfumes, ir de compras, los halagos, las joyas, las noches de luna y los versos de Neruda. Nos desagradan las visitas repentinas, la nariz brillante, los ratones, llegar a tiempo a una cita, los hombres sin rasurar…
Como todas yo he experimentado grandes momentos como grandes aislamientos, todos resultados de mis elecciones. Pero creo inequívocamente, luego de tantas desazones, que lo primerísimo que una mujer debe aprender es a conocerse y amarse a sí misma, aún en momentos de dolor, de incertidumbre, de malas decisiones, de soledad, de traición, de derrota, de enfermedad como en las luces de la dicha, de la alegría, del triunfo.
No es lo que está fuera de nosotros lo que esclaviza, maneja o manipula; es el equilibrio de nuestro mundo interior el que nos permite romper con cualquier tipo de cadenas, con ese silencio mortal que paraliza nuestra vida. Por eso tenemos que luchar por conseguir el equilibrio de nuestro ser integral, y que todo lo que realicemos nos haga sentir plenas y bien con nosotras mismas. Ser mujer es sinónimo de muchas cualidades innatas, esto nos hace adquirir experiencia y ser exitosas.
Muchas veces las mujeres somos rudas y salvajes para defender afectos. Crueles para decir verdades y luchar por ellas. Solitarias e introspectivas con nosotras mismas, cascabeles tintineantes para disimular tristezas. Nos sentimos a veces malas, buenas, envidiosas, generosas, desamoradas, amantes, dañinas, calculadoras, tiernas, estudiosas, perezosas, honestas, deshonestas, alegres, tristes, enojadas, amables, antipáticas, tímidas, desinhibidas, egoístas, bellas, feas, gordas, flacas, jóvenes, viejas, histéricas, locas, etc, etc.
Pero nacimos para dar vida, es nuestro mayor don. Estamos destinadas a ser luz. Nadie más soporta en silencio un dolor como el del parto y llora porque se le quemó el asado. Ni se acomoda en un bolso cincuenta chucherías y olvida la llave de la casa. Nadie más recuerda el color del vestido que llevaba una amiga años atrás. Ni le dice a una enemiga sonriendo: ¡Que linda te vez!
Disfruto grandemente de mi género, de ser mujer en todo el sentido de la palabra. Disfruto de mi soledad y de mi compañía y sobre todo, disfruto de ser mía, de ser dueña de mi propia persona. Amo los días lluviosos tanto como un precioso día soleado. Los deportes no son mi fuerte prefiero la música que alimenta mi alma. Me libero de lo que me atrasa aunque me duela y me nutro de lo que me eleva. Soy cariñosa, malcriada, caprichosa, engreída, algo loca, ligera de pensamiento, apasionada, traviesa, seductora, sensible, madre, hermana, buena amiga... 100% Loca, 100% Humana... Sencillamente 100% MUJER.
Ser mujer no es sinónimo de cocinar, lavar, planchar, esas cosas se hacen por amor a la familia o por necesidad. Ser mujer es abrazar con el corazón cuando las palabras sobran, amar con todo el ser sin medida y a cualquier hora. Amar con el cuerpo, con la mirada, con una caricia, con una palabra. Es muchas veces tener que llorar en silencio, y a solas y no por orgullo. Es entregarse sin dejar de ser ella misma, ser mujer… es usar todos los sentidos al mismo tiempo. Sin duda, somos increíbles.
En estos momentos de mi vida estoy bien porque ya he hecho las paces conmigo misma y me amo cada vez más. Amo cuando río, lloro, estremezco, vibro, a solas o en compañía. Venero lo que soy por sobre todas las cosas. Y le doy gracias a los hombres por existir en mi vida, a todos los que he conocido desde mi padre hasta mi actual pareja. De todos he aprendido grandes cosas y sobre todo, a descubrir lo bello de su energía masculina, igualmente los honro. Ambas energías conforman el Yin y el Yang.

Las mujeres somos seres excepcionales y enigmáticos. Sin nosotras no habría poesía ni canciones, ni grandes hombres, ni razón de vivir. Ni calor en el hogar ni ternura para el niño. Nosotras somos la mejor creación de Dios. 

jueves, 19 de noviembre de 2015

Tu dolor es mi dolor

Una de las cosas más frustrantes que nos puede pasar es ver a un ser querido triste, ver como el sufrimiento se apodera de la persona sin dejarla sonreír. Sobre todo cuando la persona que está triste es nuestra amiga, nuestra hermana.
Mi amiga está mal. Está sufriendo desde que un incidente inesperado la hizo conocer de otra relación que estaba manteniendo su pareja de doce años y por supuesto, esto mando su matrimonio a paseo. Eran felices, estaban enamorados y se llevaban muy bien, tenían muchas cosas en común. Ella es una mujer hecha y derecha, madre responsable, buena profesional, una persona muy inteligente, con un alma buena y un corazón enorme.
No es posible ser indiferente al dolor que causa una traición. Quien inventó las noches oscuras y los silencios moribundos fue alguien con quien jugaron con sus sentimientos. Una ruptura sigue siendo una ruptura más allá de cuáles sean las circunstancias. Es decir, no te recrees en los detalles y piensa que simplemente, es un adiós como cualquier otro. A veces, el destino es tan sabio que un desamor puede conducirte a tu verdadero amor pero tienes que darte la oportunidad a ti de ser feliz. Afortunadamente, el paso del tiempo pone cada sentimiento en su lugar.
Los síntomas de la pérdida amorosa son intensos y diversos. Contener el deseo de llorar no mejora el estado de ánimo, sino que puede llegar a empeorarlo. Desahogarse emocionalmente procura muchas veces un mayor descanso, facilita el sueño y libera tensiones. Cuando de una ruptura de corazón se trata, no existe mejor manera de sentirse mejor que echándolo todo para afuera.
Bien sé que nadie muere de amor, que toda tormenta pasa y luego llega la calma y sale el sol, sé también lo difícil que es comprender eso, cuando uno está sumido en la tristeza. No siempre es fácil para una persona recuperarse después de un duro golpe en materia de amor. La confianza es asesinada siempre por la traición. El amor duele, la traición mata. Mata el corazón y envenena el alma, la traición hiere el amor con estocada mortal y si el amor sobrevive?... nace la desconfianza con pena amarga.
Mi querida amiga, quisiera hallar la manera de ayudarte, de consolarte, porque realmente entiendo por lo que estás pasando y me duele tu dolor... Tu dolor es mi dolor... lo siento en el alma, en mi corazón. Quisiera remediar tus penas y aliviar el mal que te aflige, sé que mis palabras te ayudan, mas siento que hago poco. ¿Qué puedo hacer, qué puedo decir, que realmente te ayude?
Estoy contigo amiga, sé que es difícil lo que ahora estás viviendo, pero no quiero que sigas tan triste, eso te hace daño, aunque sé que no hay nada peor que el vacío y el dolor inmenso que puede ocasionar una traición. Una vez que el amor es traicionado, toda la magia se echa abajo. Pero sé que lo superarás, y cuando pase el tiempo el recuerdo no será doloroso, pero desde luego, salvo que tengas amnesia, no vas a olvidar.
Sufrir por amor es como vivir en la oscuridad, no dejes que eso pase contigo amiga, ante ti tienes la disyuntiva de perdonarlo o dar por terminada definitivamente tu relación, de ser esto último entonces debes superar esta ruptura por más que duela y rehacer tu vida y darte una nueva oportunidad para amar, recuerda que siempre hay una luz al final del túnel.

Sé feliz, te lo mereces, tú tienes un corazón demasiado grande, lleno de amor para dar y compartir con muchas personas.

viernes, 13 de noviembre de 2015

Te amo tanto que duele

La vida no tiene sentido sin el amor. Hacer el viaje sin enamorarse perdidamente es no haber vivido en absoluto. El amor es alguien sin quien no puedes vivir. Alguien por quien tu mundo se pone de cabeza. A veces se necesita estar lejos de alguien durante un tiempo para darte cuenta de lo mucho que lo necesitas en tu vida… Hay gente con la que pierdo el tiempo… y solo una persona con la que pierdo la noción del tiempo.
La primera vez que te vi quedé hechizada y me fui con tu imagen en mi mente. Desde que nos conocimos no dejaste de decirme lo maravilloso que era pasar el tiempo conmigo, ni desististe de conquistarme nunca. Y desde entonces mis días se divide en dos partes: 16 horas pensando en ti y 8 horas soñando contigo. Cuando sonríes o me dices “Hola” alejas de mí todas las tristezas. Y no importa lo que ocurra, tú siempre regresas a mí. Aunque lo niegues, el amor que sientes por mí, controla tu estado de ánimo.
Que estés fuera de mi vista ahora, no quiere decir que estás fuera de mi mente. En todas partes te oigo, te veo… sé que no estás en todas partes, pero yo te llevo conmigo. Muchas veces mi única razón para dormir, es para soñar con tu regreso. No te vayas a reír, pero cada vez que leo en Facebook: "¿Que estás pensando?..." me dan deseos de escribir tu nombre.
¿Sabes que necesito? Abrazarte. ¿Sabes lo que me jode? No poder. Extrañar no tiene brazos.... pero aprieta muy fuerte al corazón. Te extraño tanto que no puedo evitar sentirme sola aunque este rodeada de gente. Mis días se vuelven sombríos porque me faltan tus labios, tu dulce sonrisa, tus abrazos, tus palabras, tus “te amo”, ese toque tuyo cuando menos me lo espero, el mensaje de buenas noches que me permite dormir tranquila, o ese soñoliento y risueño “buenos días princesa”... Un te quiero sin venir a cuento o un te echaré de menos cuando a lo mejor solo estás a unos metros.
No somos perfectos, solemos cometer errores, discutir por tonterías y enojarnos mucho, pero a la vez nos amamos sin medidas y damos todo el uno por el otro. Y es eso lo que nos mantiene unidos, el equilibrio entre lo bueno y lo no tan bueno, junto al gran amor que sentimos, y lo felices que somos juntos. Sé que no soy fácil y muchas veces soy terca. No se callarme, puedo ser muy molesta y caprichosa pero mi amor por ti es sincero, tanto que por nada del mundo me permitiría perderte.
Sabes… puedo contar todas las estrellas del cielo cuando tú estás a mi lado, pero si no estás me pierdo en el espacio. Vives en mi corazón y en mi alma... tú me haces sentir completa. Eres la persona que me levanta el ánimo cuando estoy triste y que me convence que todo estará bien mañana. Te amo por ser como eres, por ser tan especial, por sorprenderme cuando menos lo espero para decirme que soy la dueña de tu corazón. Gracias por hacer de todos mis días, días especiales.
Para mí el amor lleva tu nombre y sin ti solo me queda la melancolía. Cada caricia que nos damos es sentir un poco del paraíso en mi cuerpo, es una promesa de amor sincero y un loco sueño de ser eternos. Te amo tanto que duele, con un amor infinito que nadie podrá cambiar. Tú eres mi complemento perfecto, la voz de mi corazón, la luz de mi oscuridad… El que me protege y me ama, el que pasa horas y horas mirándome sin decir nada, el que sonríe cuando me enojo, el que simplemente me hace feliz sin hacer nada.
Es imposible no darte un beso cada vez que sonríes; imposible permanecer seria un solo minuto a tu lado; me considero incapaz de no dedicarte una sonrisa cuando me pones esa carita o me agarras la mano, o simplemente cuando te acercas a mi cuello para sacarme de quicio. Me gusta cuando me miras directo al alma, me gusta oler tu perfume en mi ropa después de pasar el día contigo y quiero que seas la última persona con la que hable antes de dormirme por las noches.
No podría vivir sin ti. De no haberte conocido, te inventaría tal como eres. Cada vez que me dices que me amas siento que todo vale la pena, que todos mis sueños se hicieron realidad. Cada mirada tuya, el tocar tus manos, tu cabello, tu cuerpo… cada momento que paso a tu lado es mágico, tú lo haces mágico.
Tú eres el Capitán de mi barco y dejo que me guíes a puertos de amor, para allí cumplir todas nuestras fantasías, pasiones y deseos. Sé que mi amor ha penetrado muy hondo en tus sentimientos, en tu corazón, en todo tu ser. Yo soy la hoguera de tus más lujuriosos deseos, soy tu luna llena y tú eres mis noches locas y en cada rincón de tu alma pongo los más tiernos besos de mi boca... Fue un beso tuyo el que causó todo este desorden de sentimientos en mí.
Me muero de ganas de verte, amor. Estoy deseando que llegues a casa porque tengo ganas de ti. Así que corre, no te entretengas por el camino, porque estoy ardiendo de deseo. No veo el momento de que llegues una vez más… Pienso en cómo va a recorrerte mi boca, subiendo tu temperatura hasta que estés a punto de estallar. Y volver una y otra vez a sentirte muy dentro, y explotar juntos una vez más después subir y bajar intensamente hasta que todos nuestros músculos digan basta y todo este torrente de pasión se desborde.
Contigo, toda locura tiene sentido. Contigo todo vale la pena. Estas en cada centímetro de mi piel. Cuando sostengo tu mano, me parece que sostengo el mundo. Me enseñaste que el cielo no queda allá arriba, sino aquí a tu lado.

My love, I love you so much.