Bienvenidos a este humilde pero sincero espacio. Aquí escribo mis pensamientos, cosas que me preocupan, algunas vivencias, historias que conozco... lo que me dicta el corazón para compartirlo con otras personas, es una manera de saber que no estamos solos en este mundo virtual y poder hacerlo más real y cercano. Me gusta escribir y me siento bien haciéndolo, ojala estás letras lleguen a ustedes como yo quisiera. Siéntanse libres de comentar lo que deseen. Gracias por estar aquí.

lunes, 22 de diciembre de 2014

La amistad: un valor universal



“Un hermano puede no ser un amigo,
pero un amigo será siempre un hermano”.
Benjamin Franklin (1706-1790)
filósofo, físico y político estadounidense.

La amistad es algo tan íntimo que no puede ser clasificado ni definido. Cada persona vive la amistad de una forma peculiar. Y esto tiene una razón muy profunda porque cada persona es irrepetible y mucho más cuando esa persona se relaciona con otra que también es irrepetible.
La amistad es un valor universal. Está claro que difícilmente podemos sobrevivir en la soledad y el aislamiento, por eso necesitamos y disfrutamos de los amigos. 
La amistad no es más que el afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece mediante las interrelaciones entre los seres humanos. Es tan importante para el desarrollo humano, su estabilidad y el mejoramiento de la sociedad que es un verdadero valor, que debemos cuidar y fomentar. Todos necesitamos a alguien en quién confiar, a quién llamar cuando las cosas se ponen difíciles, y también con quien compartir momentos de alegría, una buena película o un rato de esparcimiento.
Las amistades suelen comenzar de imprevisto, y muchas veces sin buscarlas. En el camino de la vida vamos encontrándolas. Y todo comienza porque alguien “nos cae bien”. Convicciones, sentimientos, gustos, aficiones, opiniones, son algunas de las cosas en común que pueden hacer que nos hagamos amigos de alguien. Sentirse a gusto con una persona, conversar y compartir sentimientos es el principio de eso que llamamos amistad.
A veces los lazos que te unen a una persona son invisibles pero tan sólidos como el diamante, transparentes, duros y puros. Así es como yo siento y vivo la amistad, eso sí, para tener una amistad de verdad hay que invertir, no dinero sino tiempo y amor y tener siempre presente que el que tiene un amigo tiene un tesoro. Como dijo Octavio Paz: “El amor nace de un flechazo; la amistad del intercambio frecuente y prolongado”.
La amistad es la base de todo, para lo bueno y para lo malo, hay que estar ahí, apoyar y no juzgar, dar lo mejor de ti y que a la vez esa persona este hasta cuando estas tan inaguantable que no te soportas ni tu misma.
La vida enseña que no es fácil, cuesta tener buenos amigos y también cuesta ser buena amiga. A veces, nos sentimos desilusionados de alguien, y ahí es cuando yo me hago la pregunta: ¿He sido yo una buena amiga, he sabido estar a la altura en todo momento?
La edad me ha hecho más tolerante y he aprendido que ante la decepción quiero regalarme la autocrítica y pensar en cómo puedo yo mejorar con los demás. Hay personas que no valen la pena, tras el desengaño las dejas ir porque entiendes que no eran amigos de verdad pero al menos que nos sirva para ser mejores nosotros. La decepción nos tiene que ayudar a crecer y a se mejores para evitar fallar a los amigos que verdaderamente se lo merecen.
La amistad es un cariño, un apreciarse que promueve un dar, un darse y para ello es necesario encontrarse y conversar. Después, con el tiempo, la amistad puede desarrollarse en profundidad y en extensión mediante el trato, el conocimiento y el afecto mutuos. No puede desarrollarse sin estabilidad. Por eso cuando dejamos de ver durante muchos años a nuestros amigos, a veces nos enfrentamos a que parecen personas totalmente diferentes, o simplemente no se pasa de un diálogo superficial que deja un mal sabor de boca. La amistad es algo que requiere estabilidad en el trato.
Conocer bien al amigo es saber de su vida, de su forma de ser, de comprenderse; es… comprenderle. Comprenderlo es meterse en su piel y hacerse cargo. Para que una amistad sea verdadera, no basta con caerse bien, hay que dar el paso definitivo: ayudarse desinteresadamente, sin esperar nada a cambio. Al amigo se le quiere porque él es él y porque yo soy yo.
No es amigo el que busca aprovecharse del otro. La amistad no es comercio de beneficios. La verdadera amistad es, en gran medida, servicio afectuoso y desinteresado. Un verdadero amigo es tu vida, tu alegría, es el espejo del alma. Un amigo es fácil de querer, difícil de encontrar e imposible de olvidar. Amistad es compartir, no competir. Amigo es quien te toma de la mano y te esta tocando el corazón.
No hay riqueza más valiosa que un buen amigo seguro. Ser leal supone ser persona de palabra, que responda con fidelidad a los compromiso que la amistad lleva consigo. Leales son los amigos que no traicionan una confidencia personal, que son veraces. Son verdaderos amigos quienes defienden el interés y el buen nombre de sus amigos. Debemos también ser leales en corregir a un amigo que se equivoca. Ser amigo de verdad no es fácil, pero vale la pena el esfuerzo. Es un gozo tener amigos de verdad: estar con ellos, charlar, ayudarle o ser ayudado y disfrutar y alegrarse con ellos ¡poder contar con ellos!
Yo brindo por la amistad. Por las amigas como tú, Cary. Por las amigas como nosotras, por toda esa gente que puede sentirse rica por tener una amiga como la que tengo yo que más que una amiga es mi hermana.
Y me permito el lujo de pedirte estos deseos que perfectamente podrían pasar por exigencias.
-Nunca dejes de recurrir a mí. Por favor, sea lo que sea, donde sea y a la hora que sea. Voy a estar para absolutamente todo. Hoy por ti y mañana por ti también.
-No permitas que nuestra complicidad se pierda. Porque me encanta, eres de las pocas personas con las que me río incluso antes de decir alguna tontería.
-Continúa alegrándome los días, los meses y, en definitiva, la vida. Es una carga importante, lo sé, pero solo tienes que seguir haciendo lo que haces. Sin más.
-Más de una vez has sido la voz de mi conciencia y sé que necesitaré que lo seas unas cuantas más. Por lo que te pido que te armes de paciencia para lidiar conmigo.
-Recuérdame siempre. Preferiría que solo lo hicieras por las cosas buenas pero las malas también tienen que estar presentes. Por los años que hemos estado juntas, por los planes que no cumplimos, por los días de playa, cerveza y música, por los enfados tontos, por las risas sin control...
-Si alguna vez dudas de cuánto te quiero, recuerda estas palabras: “Mucho más de lo que te demuestro, más de lo que lees cuando te lo escribo, más de lo que puedas imaginar y más de lo que yo le cuento a la gente. Aunque no te lo diga, aunque no sea desde siempre, aunque haya alguien que lo haga más que yo. A pesar de los pesares, aquí o allí, cerca o lejos. Te quiero.”
-Por último y no menos importante: quiéreme una mínima parte de lo que yo a ti. Y considérate una grandísima amiga y persona. Lo eres.

Amigos y yo les aseguro que lo es. Ojala ustedes tengan  la suerte de tener a alguien así en sus vidas, es un verdadero lujo. Los que tienen amigos verdaderos siéntanse orgullosos/as de tener un tesoro, yo estoy muy orgullosa de ella.

PD: tarde o temprano acabarás leyendo esto, no me mates. Se que no te gusta y a veces te hace llorar porque “nunca te han escrito nada igual”, segùn tus propias palabras.

5 comentarios:

  1. Los amigos son muy importantes en la vida de cada ser humano la pena es que algunas personas no saben conservar y fomentar una buena amistad. Quienes tienen la suerte de tener un amigo/a como tu tienen que cuidarlo mucho porque esas amistades no abundan. Tu y la amiga Cary son increíbles y por las historias que conocemos son dos buenas pata para una mesa. Que esa amistad perdure por siempre. Un abarazo a las dos.

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  2. Espero que ella termine leyendo la entrada pronto y vea que pedazo amiga tiene. Si es que por las buenas amigas, las que sabes que son de verdad, se hace cualquier cosa. un saludo

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  3. No podría estar más de acuerdo contigo, porque no hay nada más importante para mí, que la amistad. Muchas veces la vida te demuestra su crudeza, y yo tengo la gran suerte de contar con muchos amigos de los de verdad. Creo que la amistad hay que cuidarla y cultivarla como el amor de pareja, o más. Es un tesoro. Tú y nuestra amiga Cary son un vivo ejemplo de lo que es una amistad de las buenas, por eso deben cuidarla como creo que ambas lo hacen. Cuidense mucho.

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  4. Hay mucha verdad y realidad en tus palabras.
    Te dejo mi blog por si te apetece y quieres que nos sigamos.
    Feliz año.
    elblogdemaku.blogspot.com

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  5. Ante todo un abrazo grande a todos los amigos del blog y les deseo un
    próspero año nuevo con salud y armonía. Amigos como ya imaginaran,
    Rosabel ya se encargó de poner a trabajar mis lagrimales, la verdad
    que siempre me hace lo mismo...yo también soy afortunada de tener una
    gran amiga,una verdadera hermana, de esas con las que nunca te sientes
    sola.Mi hermanita yo también te quiero mucho y desearía que todas las
    personas pudieran tener ese tesoro que conservamos tu y yo, en verdad
    un gran amigo es una dicha
    incalculable y considero que todo el que la posea lo debe cuidar con
    mucho esmero y amor. Gracias a todosustedes y a ti mi gran amiga:-))

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