Bienvenidos a este humilde pero sincero espacio. Aquí escribo mis pensamientos, cosas que me preocupan, algunas vivencias, historias que conozco... lo que me dicta el corazón para compartirlo con otras personas, es una manera de saber que no estamos solos en este mundo virtual y poder hacerlo más real y cercano. Me gusta escribir y me siento bien haciéndolo, ojala estás letras lleguen a ustedes como yo quisiera. Siéntanse libres de comentar lo que deseen. Gracias por estar aquí.

viernes, 21 de febrero de 2014

La sonrisa… y el dolor



La risa es el sol que ahuyenta el invierno del rostro humano.
Victor Hugo

En general, la sonrisa es el signo característico de las emociones positivas y agradables, aunque no siempre es así. La sonrisa tiene un elevado valor comunicativo, es increíble el poder que tiene, es algo así como un efecto multiplicador pues difícilmente recibimos una sin corresponderla. No puedo negar que a mí me encanta reír e intento hacerlo cada vez que lo recuerdo. Últimamente el trabajo me ha absorbido, los trajines de la vida, muchas novedades, sinsabores y partidas me han ido cercando, envolviendo y apagando. Y la sonrisa casi se me ha escondido, se fue por la puerta chica.
A veces me pregunto ¿Es de valientes sonreír cuando el corazón llora? No lo sé... porque me toca muy de cerca. Sonreír es mi lema para llevar una vida feliz y hacer sentir bien a la gente que pasa por mi vida, por más circunstancial que sea. Cuando estoy muy triste raramente lo expreso porque la gente no siempre sabe comprender el dolor o respetar las lágrimas silenciosas. Derramo mis lágrimas más amargas en soledad, comparto solo algunas con alguien que sepa comprenderlas... pero en general regalo una tibia sonrisa por más triste (o enojado) que esté mi corazón. Así soy... ¿Soy valiente? No sé... pero creo que sonreír a pesar de lo mal que nos salgan las cosas o se nos presenten las circunstancias es regalar esperanza... prodigar amor... difundir buenas intenciones "a pesar de nosotros".
La sonrisa de la infelicidad consiste en hacer creer a los demás que todo va bien, con una amplia sonrisa, que muestra que eres feliz. Mientras que en realidad estas por los suelos, te has vuelto a caer otra vez y lloras en la oscuridad. Sé que es irónico sonreír cuando lo de adentro esta destrozado pero creo que a veces es mejor no preocupar a los demás, no darles más problemas. Por eso prefiero sacar lo que me atormenta a solas, sin nadie y no es falta de confianza, ni demasiado orgullo. Es intentar levantarme sola, sin ayuda. Aunque muchas veces esto no suceda y tenga que levantarme apoyándome en los hombros de los que realmente me quieren.
A veces creo que es un error estar llorando por dentro y al mismo tiempo sonriendo a los demás. Solo los que realmente me conocen de verdad, verán la tristeza en mis ojos y sabrán que esa sonrisa es una mera máscara, para no mostrar lo que estoy sufriendo. Y en realidad sólo los que me quieren me obligan a ser feliz y a olvidar mis tormentos. Otras veces creo es de valientes sufrir solos, no sé.
El malestar interior es como un río, podemos ponerle diques, una empalizada, levantar un muro... Pero el río de malestar buscará una forma por donde avanzar, inundando lugares que no deberían de salpicarse ni un poquito. Últimamente casi llegué a olvidar el placer de sonreír pero hoy me atrevo a hacerlo y me reafirmo: ¡vale la pena ser feliz! Aprovechar cada instante, reír desde el corazón, apreciar cada detalle, dar rienda suelta a la ilusión…
Es tanto lo que vale una sonrisa que cada nuevo amanecer atrévanse a sonreír y al finalizar el día vuelvan a sonreír… y aunque el dolor los aflija o sientan que fracasan intenten sonreír… Si la oscuridad acecha que sea su sonrisa un farol, si tienen que darse fuerzas que sea su sonrisa un acicate… Para recobrar la esperanza atrévanse a sonreír… Sonríanle con el corazón al niño que tienen cerca, al anciano solitario, al enfermo que está sufriendo… enseñen a sonreír nuevamente a quien ya lo olvidó…
Porque sonreír es abatir la pena y la desesperanza, es alimentar la esperanza cada amanecer, andar por la vida con alegría y entusiasmo, aplacar los resentimientos y perdonar de corazón. Es abrir la ventana del alma a tu niño interior, agradecer cada instante de vida, atreverte a decirle a la vida que la disfrutas, acoger a los demás con cariño y calidez. Es albergar buenos sentimientos en el corazón, acariciar con la mirada y transmitir amor, abrigar el buen humor en cada momento, afirmar que en ti habita la capacidad de ser feliz... No hay dudas de que vale la pena considerar reír más y fruncir menos el ceño, no es casualidad que los niños siempre encuentren un buen motivo para reír, y con su simpleza nos contagien.
Espero que al finalizar de leer cada uno de ustedes me regale una maravillosa sonrisa, yo a la vez les dejo una a cada uno.

jueves, 20 de febrero de 2014

Sí, eres importante en mi vida




Al sentirte a mi lado las penas se derrumban y al respirar tu esencia, me llenas de alegría y dulzura. Cuando me haces el amor... No sabes el reflejo que se dispara cuando tus dedos acosan mi espalda es la transgresión de nuestros amores tiernos al violento de nuestros deseos… No sabes, el deleite que tus ojos conmemoran sobre los míos, las palabras suaves que emanan de mi boca cuando tus labios se atan a mi cuello, el vicio de tocarte que me produce el verte desprovisto de tus ropas. No sabes el brillo de tu rostro cuando me gritas al oído la erupción de tu placer, cuando coreamos en par la muerte de nuestros cuerpos…
Quizás porque no sabes, por eso me has preguntado varias veces si eres importante en mi vida. Después me miras con tus ojos de silencio, con el misterio de tus otras vidas y yo que estoy hecha de memoria, de instantes eternos y mañanas inciertas, me extravío en el ahora, en lo que me significas, en algunos de los por qué de lo importante que eres en mi vida...
Con todo lo que hemos vivido, amado y superado, ya son años juntos. En momentos nuestros caminos se han unido, hemos sido el uno sobre el otro, compartido gratos y placenteros encuentros, donde nos hemos fundido en actos de amor y de entrega. En otros se han dispersado, hemos mirado en direcciones diferentes y nuestras propias miserias nos han ganado en esos encuentros, donde han asomado nuestros lados oscuros... y aquí continuamos...
Me gusta cuando me miras a los ojos en silencio, cuando me hueles el pelo y el cuello, cuando sin prisa saboreas todo mi cuerpo… Me gusta, estar contigo todo el tiempo, sentir tu piel y tu aliento, oír tu voz y dejar que entre tus brazos me atrape el sueño… y al despertar arroparme con tu pecho, llevar tu olor, tu sabor y el tacto de tu cuerpo… es tan simple y a la vez tan difícil de explicar, silencio de dulzuras si me miras, aroma de deseos si me acaricias, esencia de placer si me besas... sueños sin despertar si me amas...
Me gusta tu seguridad y fortaleza para enfrentar problemas, la forma que tienes de ver la vida de manera práctica y sencilla. Tu valor para afrontar las situaciones que se presentan a cada momento, tu aplomo cuando te relacionas con la gente, tu simpatía, tus sentimientos nobles, la compasión, el amor que entregas. Me gusta ver como administras la casa y como te preocupas por mantenerla limpia y en orden, siempre me apoyas en todo, me alientas a seguir adelante en mi trabajo, mis proyectos, mis sueños… Tú eres mi motor, mi timón, mi balsa de salvación, me gusta que me cuides cuando estoy enferma, que me mimes y te preocupes por mí, entiendes perfectamente el lenguaje del amor y tienes el don de entender mi corazón…
Me gusta que me ames, me gusta tu forma de hablar, me gusta cuando vienes a mí, cuando dices que me amas de verdad. Me gusta que me entiendas, que me ames sin reservas… todo me gusta de ti, hasta tu forma de maldecir. Me gusta cuando te entregas y cuando me dices que sin mí tú mueres, los suspiros que lanzas al besar… tu forma de ser, cuando te haces querer, el gesto que tienes al sonreír, cuando hablas de amor y también cuando hablas de Dios.
El amor nos mantiene unidos y crece y tiene vida propia, nos enseña a diario que no siempre es sonrisas, no siempre son rosas, que de las espinas se aprende a medir bien cada paso para no lastimarse... y que es necesario tener diferencias para encontrar la congruencia... Entendí con lágrimas y con risas, con suspiros y deseos de volar en muchas ocasiones, lo confieso, no nos necesitamos para vivir, porque somos felices solos y con nosotros, que estando juntos somos felices y estando solos también, que es tu mundo, mi mundo y puede también ser nuestro mundo, porque que nos hemos escogido para convivir y en eso radica nuestra fórmula mágica.
Más directo y sencillo: eres importante en mi vida porque me haces llorar y después me consuelas, porque vives mis hormonas a la par, me pides perdón y después vuelves a dolerme, me conscientes cuando no te das cuenta, me preparas un café y me lo traes a la cama, me enjabonas la espalda, me haces odiarte para volverte a querer, estamos hechos de canciones, me sonríes cuando llevas la batalla perdida, sabes pedir perdón y perdonarme, sabes donde tocar para enloquecerme, somos uno cuando nos amamos, en la distancia y en la cercanía nos reconocemos, hemos estado juntos y en silencio, hemos llorado y celebrado, tu aroma es el mío y viceversa, tus besos tienen el tamaño de mis ganas y mis ganas el tamaño de tu virilidad, me seduces con una sola palabra, me arropas cuando tienes frío, me abrazas al dormir hasta asfixiarme, me dices No y después Si, dices que no eres celoso y después confiesas que te mueres de celos, me trazas caricias con tus manos, me enseñaste a creer, somos y no somos, me dejas hacerte y te dejo hacerme, me matas y me resucitas, eres mío y eso me hace ser tuya, te tengo y no…
Soy feliz contigo cuando no pasa nada, cuando no es fiesta, ni hay viajes, ni motivos especiales. No necesito alicientes, ni gentes, ni variedades. No preciso un argumento, ni un porque, ni explicaciones. Soy feliz cuando me miras o te mueves o te callas. Cuando me rozas los dedos, cuando entornas las pestañas. Soy feliz con tu sonrisa, con tu voz, con tu templanza. Feliz al mirar tu sombra, al respirarte en la casa, al nombrarte, al percibirte, al contemplarte a distancia. Soy feliz por tus asuntos, por tu aroma, por tus deseos, por tus reproches risueños, por poder comerte a besos. Y soy feliz porque existes, por encontrarte, por verte, porque duermes a mi lado abrazados a una suerte, la más grande de las suertes, la suerte de conocerte... de amarte y que me ames.

viernes, 14 de febrero de 2014

Así es el amor



Muchas personas buscan con desespero el amor, y por eso se equivocan una y otra vez en esa búsqueda desenfrenada, porque nosotros no elegimos el amor, es el amor el que nos elige a nosotros, lo estés buscando o no… y cuando llega te sacude hasta las entrañas, de pronto sientes algo inexplicable que te arrastra inexorablemente hacia esa persona, y su mirada te perturba, su voz eriza tu piel, su contacto te estremece, tu corazón galopa al ritmo de potros salvajes… eso que llaman química que no tiene explicación, es una fuerza poderosa contra la que no se puede luchar, te domina en cuerpo y alma.
Los que no conocen el amor se pasan la vida preguntando: ¿cómo es el amor? Pues bien el Amor es la experiencia más maravillosa que podemos experimentar y disfrutar en la vida. Si se cruza por tu camino... ¡¡NO LO DEJES ESCAPAR!! El amor sana, embellece, hace sonreír, nos convierte en poetas, cantantes, filósofos, locos, amantes y aventureros… ¿Qué no hace el amor? El amor hace de todo y por todos ya que es la más grande manifestación de lo divino, es la materialización del más bello de los milagros que todos llevamos dentro.
Amor que duele, amor que mata y que revive, extasías mi espíritu, renuevas mis ansias de vivir, enervas mis sentidos… zona de guerra y de paz, nube de tempestades y de aguas claras, estas presente en cada acto de mi vida iluminando el camino de mi lánguida existencia. ¡eres vida y muerte al mismo tiempo!, intangible pero existes, me tocas, me rosas… Vives sin vivir y mueres sin morir… inimaginable, inmenso, inconsecuente, razonable y loco al mismo tiempo... así es el amor.
El Amor nace en el corazón, en tus pensamientos, en tu piel, cuando menos lo esperas, lo imaginas, sin pensarlo, sin que ni siquiera te des cuenta, sin proponértelo, simplemente nace... y así como un día el Amor llega a tu vida también un día se va sin avisar. Por eso cuando al fin llega colmándote de las mayores alegrías, debes valorarlo y vivirlo a plenitud, sin temores, sin reservas, sin excusas, abriendo las puertas de tu corazón.
Esta mañana le di las gracias a la vida y a mi locura por haberme permitido hasta hoy ser amiga, novia, amante… he sido la buena, la mala, la víctima, el verdugo… Pero lo importante es que siempre he sido yo. Soy una romántica sin remedio. Mi mayor fortaleza es el amor, la fuerza de mis sueños y mis deseos. En algún lugar leí que “Cuando dos almas se encuentran, los cuerpos pierden su nombre pero recuerdan su sentido…”. Es cierto y entonces vuelves tu experiencia todo un himno a la vida, y después caminas con la frente y el espíritu en alto, con el corazón abierto y la sonrisa en los labios. Al final, lo único que queda, lo único que recuerdas, es todo aquello que te atreviste a hacer y a sentir…
Sin duda el amor es el virus más maravilloso de nuestra existencia y más misterioso también, porque va mutando con cada risa y con cada sueño, con cada anhelo, con cada miedo. Volverse a aventar al precipicio, correr sabiendo que llegarás a un callejón sin salida, es de valientes. O más bien, de inteligentes que se han dado cuenta que el juego de la vida es ese precisamente perderse para encontrarse, caerse para levantarse, enojarse para después contentarse. Lo que uno va descubriendo entre este aparente par de opuestos es esa chispa, esa electricidad, esa fuerza que hace que nuestro corazón siga latiendo y sobre todo, eso que hace que la vida cobre sentido nuevamente.
Y hoy tú, viéndome escribir sonreíste y me preguntaste, ¿bueno, y dónde tiene el amor su morada? Pues bien, te respondo, el no vive en grandes mansiones, ni se amarra en filosofías de celos y dudas, está en el corazón y el alma de aquellos que entienden que con pequeños granitos de arena sumados el forma castillos y hace su morada. Sí, así es, está en esa sonrisa, en ese beso tierno.... cuando compartimos ese desayuno aún somnolientos... en esas rencillas que se arreglan con mimos y besos, esté en esa mirada intercambiada en silencio cuando sabemos que sobran las palabras... en nuestras manos cuando entrelazando los dedos se abrazan, en tu risa cristalina ante mis payasadas... esta en comenzar a extrañarte cuando salgo de casa, en el ramo de flores, en nuestro aniversario... esta en sabernos unidos en el alma... por pequeñas cosas que se hacen gigantes como su mismo nombre: amor, está en esa charla intercambiando ideas... en mirarte leyendo ese libro en tardes de frío... o se aloja en días de sol al caminar contigo en la playa, esta en el fundir de tu piel y la mía entre sabanas… esta en tus ojos y los míos cuando nos miramos sin decir palabras…
En el profundo oscuro de tu mirar puedo descubrir lo que quieres de mi en verdad, con tus ojos puedes desnudar mi corazón y si ves bien dentro de él sabrás que siempre estarás ahí… Con tu sonrisa me inspiras y con tus besos me envuelves en un mundo maravilloso lleno de ti... de tu amor. Es imposible dejar de pensar en ti, me corres por las venas, me das alegría cuando te recuerdo, ilusión cuando pienso en verte. Podré escribir más o menos, pero tú siempre estás ahí, en mi mente, en mi corazón, haciéndome soñar, haciéndome desear y no hay mayor placer que estar contigo. Tu sonrisa es un paraíso para mis ojos; tu mirada un vuelco a mi corazón… tu cuerpo el ardor para mi pasión.
Me seduces con la mirada, a punto de desfallecer. En tus brazos me encuentro cautiva, cautiva de tu piel cuando me cubre y me condena. Consúmeme en tu necesidad de poseerme, en un torbellino de deseos consumados porque mis ansias se adueñan de mi mente, fundida en el fuego por tenerte. Eres mi muerte y mi resurrección. Junto a ti he descubierto que el amor no tiene límites. Son tantas las cosas que hemos vivido juntos, tantas aventuras, emociones, momentos compartidos que jamás se borrarán ya de nuestra memoria…
Adónde me lleva esta locura, si no puedo dejar de mirarte, si mis ojos ya no son míos, si mis manos se hicieron tuyas. Locura incierta, a veces desmedida, otras, serena; vaivén de emociones, donde el equilibrio es experto sonámbulo a merced del viento. Nazco y muero en tus brazos, mueres y naces en mis ojos, somos sombras danzando sin tiempo, sinuosas, volubles, sensuales, pasionales. Adónde nos lleva esta locura, donde principio y final son uno, dónde infinito y amor son lo mismo, dónde tú eres yo y yo soy tú.
Hay algo mágico que nos une pero con una fuerza arrolladora. Dios nos permitió amarnos con esta fuerza casi destructora y de la cual no acabamos ni queremos desprendernos. Tu mirada es el horizonte que siempre quise ver, tu voz es la melodía que siempre quise bailar, tus brazos son el abrigo que siempre quise tener, tus manos los pétalos que siempre quise que acariciaran mi ser y tu intelecto el potencial que se complementa tan perfecto a mi. Todo tú eres pura tentación para mis sentidos.
Llevo cincelados en la mente y en el cuerpo cada uno de los momentos vividos a tu lado, la felicidad que me das… Tú y yo somos el equilibrio, somos dos mitades que forman un sueño. Estamos enfermos de amor… Desde el inicio supe que me perdería en tu mundo, viéndote a los ojos sabía que eras mi desafío, mi otro yo, mi mitad… todo lo que buscaba en la vida.
Me encanta amanecer junto a ti, abrazados y que surja tu sonrisa iluminando mi despertar tras una noche de pasión, de cuerpos incendiados, de nada más importa, de aquí y ahora. La vida son esos instantes no hay más secretos, no hay momentos mejores, no es necesario conquistar cumbres muy altas, no es necesario hacer grandes hazañas. Soy feliz a tu lado, donde sea, cuando sea, el instante más breve o hasta el infinito prolongado.
Te amo de una manera inexplicable, de una forma inconfesable, de un modo contradictorio… te amo con la ambivalencia de mi alma, con la incoherencia de mis actos, con la fatalidad del destino, con la conspiración del deseo, con la ambigüedad de los hechos… sin reflexionar, inconscientemente, espontáneamente, involuntariamente, por instinto, por impulsos, irracionalmente en efectos, no tengo argumentos lógicos para fundamentar este amor que siento por ti. Te amo con un cuerpo que no piensa, con un corazón que no razona, con una cabeza que no coordina… incomprensiblemente, sin preguntarme por qué te amo, sin importarme por qué, sin cuestionarme por qué. Te amo sencillamente porque te amo. Aun si en algún momento te digo que no te amo, te amo.
Tú y yo, somos dos llamas de un mismo fuego, ardiendo al unísono en una danza llena de pasión y deseo. Dos corazones que queman como dos malditas brasas dentro de nuestro pecho y convierten la sangre en lava que nos inflama por dentro. Y de tanto calor arderá el aire que nos rodea, quemaremos el tiempo y quemaremos hasta el mismísimo infierno.
Cuerpos y sombras combinadas, sábanas arrugadas y gemidos en una oleada tormenta apasionada, pienso en ti y te siento, me recorre el deseo y al sentirte... me pierdo. Ámame sin prejuicios ni condiciones, sin esperas ni reservas, sin egoísmos ni sombras, sin cadenas ni sumisiones… ¡Ámame! como la mañana al rocío que se esperan para abrazarse, con el desespero de quien espera ser condenado, deteniendo el tiempo y fundiéndonos en uno, con lentitud para sentirte más hasta llegar al apogeo de nuestra culminación. Ámame como ama la lluvia al viento... como el Azul ama al Cielo, ámame con la fuerza y el desgarro del viento, con la suavidad con que besa a la noche, la alborada. Necesito que me ames como necesitan del espacio las galaxias, como necesita de la noche cada estrella, como necesita a Dios cada creyente. Ámame ahora porque quizás el mañana no exista.

jueves, 13 de febrero de 2014

¿QUÉ ES UN AMIGO?


A lo largo de la vida nuestro concepto de la amistad va cambiando, va madurando… Cuando estamos en el Círculo Infantil pensamos que un buen amigo es ese que te deja usar la su crayolas roja o azul que tu no tienes, o que te presta un juguete para compartir un juego sentado junto a ti. En 1er grado el buen amigo es ese que te acompañaba al baño y sostiene tu mano por los pasillos del colegio. En 2do grado es quien te ayuda a enfrentarte al guapo del aula. En 3er grado es quien comparte contigo su merienda cuando has olvidado la tuya. En 4to grado es quien esta dispuesto a estar junto a ti todo el tiempo para no dejarte solo/a si estas rodeado de los niños más desagradables del aula. En 5to grado es quien siempre reserva un puesto en el ómnibus, en el comedor… para ti. En 6to grado es quien le pide al chico/chica que te gusta que baile contigo.
Llegas a la secundaria y las cosas siguen cambiando. En 7mo grado el buen amigo es quien te ayuda a guardar tus muñecos, peluches y tarjetas de baseball para que tu cuarto parezca el de un adolescente. En 8vo grado es quien te deja copiar la tarea la noche anterior a su entrega. En 9no grado es quien te acompaña a las fiestas de los universitarios para que no seas el único colegial presente.
Cuando llegas al Pre-universitario, ya la perspectiva es diferente. En 10mo grado es la persona capaz de cambiar hasta su horario para hacerte compañía en un momento determinado. En 11no grado es quien te acompaña en tus paseos, convence a tus padres para que no te castiguen y te consuela cuando terminas con tu pareja. En 12mo grado es quien te ayuda a elegir la universidad y la carrera que quieres estudiar, y luego estudia junto a ti para lograr ser seleccionados. Y cuando llega el momento de la graduación es quien llora profundamente en su interior porque sus destinos van por diferentes caminos pero te brinda la más grande de las sonrisas cuando te felicita.
Ya para ese entonces la idea de lo que es un amigo es más completa, sabes que un amigo es la persona que te ayuda a recoger las botellas después de una rumba en tu casa, se asegura de que vuelvas con tu novio/a si andan en problemas y vale la pena, te abraza cuando vas a entrar de lleno en la universidad y mientras miras con tristeza los 18 años de memorias que dejas atrás. Y finalmente en estos últimos días de tu adolescencia, te dedica parte de su tiempo para decirte que confía en ti y que sabe que tendrás éxito en la universidad. Y lo más importante todo el tiempo hace que te sientas querido/a.
Con el paso de los años conformas tú idea y entiendes que un buen amigo sigue siendo quien te da lo mejor de dos opciones, quien sostiene tu mano cuando estas asustado, te ayuda a enfrentarte a los problemas, quien piensa en ti aún cuando no estás a su lado, se queda contigo para brindarte confianza, busca la manera de tener tiempo para ti aunque tenga que cambiar sus planes para ello, te ayuda a aclarar tus errores y a manejar la presión de otros, te brinda su sonrisa cuando estas triste, te ayuda a ser mejor persona y lo más importante TE QUIERE.
Es difícil tener un amigo, uno de los de verdad, de los que permanecen firmes en nuestra existencia, que pasando incluso huracanes permanecen impasibles cual pilar de nuestra vida. Esta es una reflexión que te haces cuando has pasado por ciertos desengaños, cuando ya han pasado unos años y sabes perfectamente que un amigo es algo más que un compañero de fiesta, de clase… cuando le das la importancia a las personas que se merecen y por supuesto cuando ya has vivido las decepciones de las amistades y sabes que muchas no son para siempre. En la adolescencia esta reflexión no es posible, te aferras a tus amigos de una forma casi desesperante, le das más importancia que a tu propia familia y piensas que esos serán para siempre parte de ti. Y es cierto que alguno puede quedarse a tu lado pero a la gran mayoría los perderás.
La verdadera amistad se caracteriza por respetar al amigo tal como es, dejarle que tenga plena libertad de actuación y no pretender jamás adueñarse de su voluntad. Ninguna forma de amor respeta tanto la libertad del otro como la amistad. El amigo es alguien en quien se confía siempre. La mentira, el doblez y la traición acaban al instante con cualquier amistad por firme que haya sido. Generosidad y donación de sí y de lo que se posee, pero de forma natural y espontánea. La amistad se ubica en el mundo de los sentimientos altruistas y sinceros. Aceptación de fallos, defectos y limitaciones, sabiendo disculpar y perdonar de la misma forma que uno desearía ser perdonado y disculpado por el amigo.
La amistad es fusión sin confusión. No hay mayor riqueza que la verdadera amistad. La amistad para mi es lo que le da valor a las cosas, lo que en verdad se necesita en este mundo para ser mejor, lo que le da a las pequeñas cosas esa esencia tan digna de un momento memorable. Sin un verdadero amigo el mundo seria absurdo y aburrido porque con ellos puedes reír, llorar o convertir un cuarto y un litro de licor barato en una fiesta. Para mi la verdadera amistad es la familia que uno escoge. Es algo profundo y para siempre. Si tienes un amigo cuídalo como un diamante y cultívalo como un árbol para que crezca fuerte y frondoso y bajo su sombra puedas descansar porque en la actualidad la verdadera amistad es tan escasa como el mismo el oro.
La amistad llega como un fuerte impulso de simpatía y sentimientos de afinidad con el otro y se sigue afianzando a través de encuentros inesperados y enriquecedores. Cuando es auténtica, no es ni fugaz ni engañosa; tiene vocación de futuro; por eso suele decirse que un buen amigo lo es para toda la vida. La amistad, además de estima y admiración, es amor y, sobre todo, benevolencia. Ser amigo es ser elegido entre los demás y gozar de una atención especial. El amigo tiende a ver la parte mejor de nosotros mismos, la más humana, sincera y noble, de forma natural y espontánea.
Siendo totalmente realista y sabiendo que no siempre uno se encuentra con gente que merece la pena, sigo apostando y creyendo en la AMISTAD, en las personas verdaderas que un día por casualidad la vida te regala, y permanecen. Esos amigos verdaderos están sin obligación con nosotros, desde el primer minuto apostaron por ti… Son esos seres que agradecen tu llamada incluso cuando lo haces llorando por algún golpe del destino y se alegran de poder estar ahí cuando los necesitas. Somos conscientes de su ayuda y su presencia en todos los momentos, ellos son incondicionales, nos respetan y por encima de todo, nos quieren con nuestros defectos y virtudes.
Es por esto que por mi parte esta reflexión la dedico a mis amigos, a los poquitos y señalados que ni hace falta nombrar pero que han estado ahí como una bandera en mi vida, sin importar la dirección del viento ni el rumbo que tomara, han estado ahí y aprovecho para agradecérselo.
Ahora me viene a la mente el cuento de cuando se encuentran el amor y la amistad, que el amor le pregunta a la amistad: “¿Por qué existes tú?” Y la amistad le responde: “Para curar las heridas que dejaste tú”.
En cuestiones de amistad, se ha comprobado que las mujeres somos mejores amigas que los hombres porque tenemos emociones más profundas y eso nos permite establecer amistades más reales y sólidas. Las verdaderas amigas son nuestras hermanas por elección, nuestras confidentes y siempre esenciales en el camino de la vida.
Mi mejor amiga es una persona dulce y generosa, tiene un corazón enorme donde encontré un lugar, siempre esta cuando la necesito, es una persona con la cual puedo compartir mis alegrías y mis tristezas, es todo lo que quiero de una amistad, y es la mejor de todas... no solo porque podemos hablar de todo, sino porque sabemos callar juntas. Gracias por todos los momentos que hemos compartido, momentos llenos de sentimientos, pensamientos, sueños, anhelos, secretos, risas y lágrimas, y sobre todo, amistad. Cada momento que paso contigo es inolvidable, nadie como tu para cuando me siento mal y necesito esos abrazos que me dicen “todo estará bien”, cuando necesito un consejo, nunca cambies. Cuando tengas una lágrima yo te llevaré una sonrisa solo para que tu seas feliz. Te quiero y te valoro tal como eres.
Estar junto a ti es sentirse en casa… conoces el fondo de mi alma, sabes las cosas más grandes y más pequeñas, mis virtudes y mis bajezas. Tú y yo compartimos: nuestras flaquezas, nuestros deseos más elevados, nuestros pensamientos más serios, nuestras bromas más tontas, sólo tú me haces reír cuando solo quiero llorar... (y por favor, ahora no llores tu). Muchas veces yo necesito que me sostengas aunque no te lo diga. Cuando mis pensamientos se vuelven turbulentos me ayudas a sonreír… solo recuerdo risas en esos momentos que pasamos juntas escapando de todos los problemas.
Yo no podré evitar tus sufrimientos como tú no puedes evitar los míos pero si te garantizo que cuando alguna pena te parta el corazón lloraré contigo y recogeré los pedazos para armarlo de nuevo. Hermanita, no importa el temporal que se avecine, no importa cuán fuerte sea la tormenta, cuán fuertes soplen los vientos... al final siempre sale el sol radiante, deslumbrante... Yo te regalo los colores del arco iris para esos días en que todo te parezca nublado, te regalo una estrella para que pidas un deseo y se te cumpla. Y siempre te regalo mi Amistad, llena de amor para que la guardes muy cerca de tu corazón. Amiga mía, por mucho que te escriba nunca podré describir lo que es nuestra amistad, porque simplemente es extraordinaria.

TÚ siempre serás mi mejor amiga, para mi, vales oro… por eso sé feliz, vive al máximo cada minuto de tu vida, recuerda que si hoy llueve mañana escampa y si te visita la tristeza pronto te visitará la felicidad. Yo siempre estaré a tu lado para apoyarte. No sé si te he demostrado lo especial que eres para mí, pero ten por seguro que cada preciado segundo que hemos pasado juntas quedará atesorado eternamente en mi corazón. Gracias por demostrar tu preocupación por mí, por dedicar tiempo para escuchar mis problemas y ayudarme a buscarles solución, pero sobre todo, tiempo para sonreír y mostrarme tu cariño. Esta amistad, este tesoro que tú y yo compartimos, es un entrañable lazo que nos une, es un rayo de luz cuando la oscuridad nos envuelve, es como una fresca brisa de mar que nos consuela.
Somos un poco locas quizás, pero estoy segura de que amigas como nosotras son difíciles de encontrar. Eres la persona que siempre está ahí pase lo que pase, me levante con el pie izquierdo o con el derecho, tenga ganas de hablar o de callar. ¡¡¡Gracias por tu amistad!!! ¡¡¡No hay nada mejor que tener amigas como TÚ!!!
Amigas tienes, amigas tendrás, pero ninguna como la que firma estas letras.

jueves, 6 de febrero de 2014

Escribir, otra forma de comunicarme


A veces cuando escribo mi corazón no da latidos sino que estalla, y en un instante me llega la sangre a todos los rincones y hace que surjan las letras formando palabras, como si todas estas palabras fueran mi sangre metamorfoseada. Posiblemente mis palabras dejan huellas en la memoria como las dejan los sentimientos en mi alma.
Mi musa, la que me inspira, esa que se pone las mejores galas para visitarme, sea de día o de noche. Tan caprichosa, me asalta donde esté y me dice al oído mil palabras. Se viste de azul en los días claros y se torna de negro cuando se enciende mi tristeza, me inspira ira cuando me enfado o pasión cuando suspiro.
Escribo de cosas que me pasan o me han pasado, historias que conozco de otras personas… pero lo hago con sinceridad y mucho sentimiento. Algunos me han dicho que le doy demasiada importancia al tema del amor y tienen razón, pero es que para mi el amor es básico, es el motor que mueve el mundo, da felicidad, alegría y energía. Por eso es el tema que por lo general abarco. Aunque también duele, pero no por eso pierde su belleza y profundidad.
Cuando escribo de amor o por amor, dejo el corazón, el alma... le doy rienda suelta a las emociones. Es cierto que el amor a veces puede ser fugaz y doloroso, pero nunca deja de ser bello y eso es lo que me impulsa a escribir sobre él. Todos queremos que el amor dure y pensamos que así será, por eso cuando escribo sobre él es un acto de fe, porque de esa manera me garantiza que, de algún modo, perdurará. Es como cuando le sacamos una foto a un niño, con ella captamos algo que sabemos que va a cambiar, pero la instantánea nos permite conservar la belleza y ternura del instante.
Cuando escribo de amor no me importa si me creen cursi o idealista, lo cierto es que hasta en los textos más eróticos u oscuros hay un romanticismo implícito que no puedo ocultar y del que no logro desprenderme... muchas veces conviven armónicamente romanticismo y desprejuicio, cielo e infierno, bien y mal, realidad y fantasía… todo es absolutamente necesario para expresar mi sentir.
Escribir es el camino que encuentro para expresar todo lo que llevo dentro, palabras que hablan de sentimientos venidos del alma, que hablan de amor, esperanzas, nostalgias y alegrías, también de sueños y del inevitable dolor que a todos nos asedia a lo largo de la vida. Soy una marea de emociones, a veces de sensaciones encontradas, unas veces más feliz que otras, pero al final siempre yo.
Normalmente mi cabeza es un torbellino de pensamientos, los hay de todas clases, pero como debe ocurrirle a muchas personas, algunos salen a la luz y otros quedan ocultos acechando el momento oportuno de salir o quizás no salir nunca. Hay pensamientos que se entremezclan, buenos, malos, claros, oscuros, de todo surge en esta mente intranquila. Se generan constantemente y son increíbles misterios encerrados en mí.
Muchas veces escribo para desahogarme, recrearme en un mar de sentimientos, a veces para olvidar, otras para perderme en un mundo prohibido lleno de sensaciones y emociones… Y siempre, invariablemente le doy un espacio al romance, al amor, a ese sentimiento tan maravilloso que algunos no tienen la dicha de conocer y otros le temen. Siempre deseo que los que lean esos relatos se pierdan allí, en esas vidas recreadas por mi imaginación y a través de ellas se unan a mí para juntos entrar a ese mundo donde todo es posible.
Ciertamente escribir me fascina, me habitan infinidad de sentimientos ¿a quién no?, y también me habita el agradecimiento por esta forma maravillosa de comunicarme con gentes diversas en las grandezas, miserias, amores y desamores que todos compartimos. El que esté libre de cargo y culpa, que arroje la primera piedra... Algunos dicen que tengo la vena creativa bastante desarrollada, no lo sé, pero lo cierto es que escribir es una dedicación y que te lean, un sueño a conseguir.
Me gusta atar las palabras con lazos sencillos para que se comprendan mejor pero no siempre salen todo lo claras que yo quiero porque es muy difícil plasmar con palabras las sensaciones, los sentimientos. Cuando escribo me gustaría convertir mis sensaciones en palabras y que al ser leídas se volvieran de nuevo sensaciones, intactas, sin perder un ápice de su intensidad en esa transmutación literaria. Pero no es posible, las verdaderas sensaciones siempre quedarán dentro de mí, en un intento de hacerlas salir.
Es importante aprender a escuchar el mensaje que esconden las palabras por eso cuando lean las mías no se pierdan en ellas sino encuéntrense en cada una, porque muchas veces es un lenguaje que no es entendido por la razón pero si quieres ver mis palabras desnudas léelas con el corazón porque sólo él es capaz de desnudar los sentimientos y entonces las entenderán.
Me gustaría que mis palabras fueran mágicas y que al leerlas fueran como un conjuro que obrara maravillas, por ejemplo que borraran la tristeza de un rostro, que restituyeran ilusiones perdidas, que curaran heridas en los corazones… que fueran como el eco de lindos recuerdos que trajeran a la memoria, besos, rostros y los “te quiero” que todos guardamos en el alma como tesoros. También escribo un poco para entenderme a mí misma, es natural en mí, es una forma rentable y efectiva de exorcizar neurosis y demonios.
Hay palabras que mueven mundos, que producen terremotos... que hacen temblar y vibrar... que provocan escalofríos, que estremecen, que hechizan… palabras cómplices dichas al oído, palabras apasionadas y repletas de amor que acarician y enaltecen, que enamoran, que provocan… Escribo porque conmueve y perdura, para reflexionar y pensar.
El arte de escribir me permite sentir el placer de contar la realidad y lo que imagino, puedo revivir el pasado y combatir el paso del tiempo. Me ayuda a comprender y a ordenar el desorden, me equilibra, es un placer y una necesidad. Trato de explicar a los demás como veo la vida, escribo para curar mis culpas, para de alguna manera sobrevivir a la muerte, para sentir por un pequeñísimo instante que soy Dios. Mientras escribo soy intocable y eterna, como dice Rosa Montero.
A mi musa hace años que la conocí, pero ahora me inspira más que nunca. Ella alimenta mis sentidos porque conoce lo que me gusta, alimenta mis ideas con las suyas, escucha mis penas y sonríe con mis alegrías. A ella le doy gracias, aunque es etérea, volátil, abstracta y platónica siempre hemos tenido la más controvertida de las relaciones sentimentales. Ella es pasión, celos, caídas, problema… y solución (aunque no siempre). Ahora, como tantas veces está a mi lado, siento su sonrisa, su cara de aprobación. Puede que mis escritos no sean los mejores pero cuando consigo entender un poco su divino lenguaje, la inspiración me asalta. Las letras se escapan de mis manos que corren sobre el teclado, las frases surgen una por una y así frase a frase, palabra a palabra, construimos ella y yo mil historias, tan suyas, tan mías… tan nuestras.
Gracias a mi musa que me permite escribir y expresarme así para los demás, tengo otra forma más de comunicarme y mostrarme en forma absolutamente visceral, emocional, impulsiva, algunas veces desprejuiciada y tantas otras transgresora. Los que me leen seguramente están de acuerdo con algunas cosas y en contra de otras, pero como esta página es meramente personal, seguiré escribiendo para el placer de unos y quizás el tormento de otros.

lunes, 3 de febrero de 2014

Otro cumpleaños del blog



Hola amig@s:
Parece que fue ayer y sin embargo ya son tres años juntos... Este blog ha cumplido su tercer año de existencia. Como pasa el tiempo, ¿verdad? Tres años llenos de ilusión, de emociones, de miedos, de dudas, de estrés, de aprendizaje, de recuerdos, de sorpresas, de agradecimiento, de alguna que otra desilusión... de tantos y tantos sentimientos encontrados!!! Tres años aprendiendo y compartiendo con ustedes...
Ayer hizo tres años que comencé con esta aventura blogueril, quería escribir de lo que quisiera, cuando quisiera y cuanto quisiera. Quería hablar de las cosas que me interesan y me gustan, Y quería que este blog fuera respetuoso, respetara la privacidad y cumpliera años. Creo que sí lo he conseguido. Nació desde la ilusión y de ella se alimenta. Todo el mundo me decía que empiezas con mucha fuerza pero luego lo vas dejando, te vas cansando, te aburres. He pasado rachas donde los textos son unos prácticamente a continuación del otro, y otras, donde me he pasado días y hasta semanas sin poder escribir no por falta de ganas sino por falta de tiempo o energías. Pero en cuanto he tenido un respiro o se han renovado mis energías, he vuelto a preparar algo. No es un vicio, ni una obligación auto impuesta, ni un mirarse el ombligo, es algo mucho más bonito que eso, algo tan antiguo como la cultura, es escribir para que otro te lea, deseando que a esa persona le guste lo que has escrito.
Estoy contenta con el trabajo en todo este tiempo, a pesar de que no me representa nada desde el punto monetario y que es un verdadero sacrificio a veces poder mantenerlo, yo amo este sitio y es porque es mucho lo que he compartido y recibido. Gracias a todos y cada uno de los que están aquí, mis leales y fieles seguidores, gracias por sus visitas y comentarios. Ustedes son mi familia virtual, gracias por las muestras de afecto, por su apoyo y sus palabras. Gracias por todo lo que cada día aportan a mi vida, por lo mucho que he aprendido con ustedes, por la ilusión y la magia que me genera el blog, porque me hace seguir renovando y creciendo a diario.
Uno de mis fracasos ha sido no conseguir incitar a muchos más comentarios. Por eso valoro tanto cada uno de ellos, a los que escriben gracias por hacerme reflexionar, sonreír o enfadar. Un blog es como un libro de mil capítulos donde los autores de comentarios también son parte activa y los capítulos se completan y se reescriben entre todos. Es un sueño de la escritura.
Si mis letras les han servido alguna vez de algo, si he logrado trasmitirles lo que pienso y siento, al menos un poquito, si alguno se ha sentido identificado conmigo o con alguna de las historias, y esto le ha sido de utilidad o simplemente si se han sentido complacidos con lo que han leído, si les ha gustado, si las historias al menos le han hecho suspirar… con eso, me siento feliz y me doy por satisfecha.
Finalmente, ustedes, lectores, amigos y amigas invisibles que muchas veces me pregunto ¿quiénes serán? Quién me leerá desde Madrid, Lima, México D.F., Los Angeles, Buenos Aires, Santiago de Chile, Florida, Bogotá, Barcelona y siempre, La Habana.¡Gracias! Solo puedo darle las gracias a todos una vez más y decirles que deseo que les siga gustando y que sigan aquí, y que se sumen muchos más a los comentarios y seremos una familia virtual mucho mayor. ¡Gracias a todos los que lo siguen, porque el interés de ustedes hace que mi ilusión crezca!
De verdad, ¡gracias!