Bienvenidos a este humilde pero sincero espacio. Aquí escribo mis pensamientos, cosas que me preocupan, algunas vivencias, historias que conozco... lo que me dicta el corazón para compartirlo con otras personas, es una manera de saber que no estamos solos en este mundo virtual y poder hacerlo más real y cercano. Me gusta escribir y me siento bien haciéndolo, ojala estás letras lleguen a ustedes como yo quisiera. Siéntanse libres de comentar lo que deseen. Gracias por estar aquí.

lunes, 30 de septiembre de 2013

Tú, mi mayor deseo


Los deseos son una ventana al cosmos del universo, una zona luminosa donde la imaginación vuela y se desprende, donde el alma se pierde y eres feliz por un momento de tu vida... Somos barcos perdidos en medio de la tempestad, la consecuencia de un juego de azar, nada más: una casualidad, pura casualidad. Es la energía de mis deseos la que en este instante me lleva a soñarte y tener fantasías sin tu presencia. El deseo quema lentamente como el incienso, se consume dejando recuerdos... y su aroma perdura... solo sé que tu aroma hace temblar mis cimientos... Mi deseo arde a fuego lento... ¡Pero si me tocas, te incendio!
Cuando pienso en ti mi corazón se acelera sin control… tengo ansias de ti que recorres palmo a palmo mis deseos más ocultos... Entre mis brazos quiero sentir tu cuerpo amándome apasionadamente, sentir tus manos llenándome de placer, haciendo desvanecer mi cuerpo, provocando mi lujuria de amor… y verte despertar entre mis brazos, húmedos nuestros cuerpos, tus manos jugueteando con mis cabellos y tus labios deslizándose despacio por mi cuerpo.
En tus brazos pierdo el sentido y probablemente la razón. Me tienes atrapada entre tus redes, de las que no puedo ni quiero escapar, y esta locura por ti no tiene fin, ni lo tendrá… deseo tener tu boca en la mía, latir al unísono contigo y junto a ti, tenerte conmigo y dentro de mi, oírte decir “te quiero”, “te deseo”, sentir tus gemidos y tu los míos, gemidos nacidos del amor y del deseo. Quiero que nuestros cuerpos paren el tiempo... la miel de tus labios enloquece mi ser… nuestros cuerpos son líneas perfectas marcando el destino... tus ojos me gritan que no pare... mis piernas, en uve, marcan el camino... te deseo temblando, con pasión y delirio… sentir cada latido de tu corazón pegado al mío…
No sé qué haces pero tus caricias despiertan miles de sensaciones en mí, sólo cierro los ojos y te siento en cada poro de mi piel. Cuando me acaricias y me estrechas entre tus brazos mi cuerpo se transforma en murmullo y tu palabra en fuego… buceas entre mis piernas generando mil gemidos, tus manos expertas moldean mi cuerpo… instantes de pecado entre sábanas resuelto, allí... donde mancillamos las buenas formas, en cualquiera de los sitios que parecen hechos para nosotros en nuestras rutas de morbo y libido para dos. La naturaleza provee de instrumentos a los cuerpos y la oscuridad sumada a cualquier lugar marca la hora de usarlos.
Me has tirado al mar del desear, deseo tanto tus manos, tus labios, tus deseos... Me mandaste a pecar... peco al soñar con tus besos, con tus caricias… La flama de desearte en cada instante me esta matando, me tienes en coma, enamorada, apasionada… Aquí estoy, escribiendo para ti, por suerte escribo sobria... estando ebria... puede ser vergonzoso. Eres mío... mi cuerpo siempre será tuyo... juguemos y enredémonos bajo las sábanas... desatas mi desenfreno mientras gozo con tu locura... "Te deseo"… ¿Sabes lo que encierran esas dos palabras? Mis sueños, fantasías, ilusiones... mi amor.
Tus ojos son la luz que enciende mi alma. Tu amor me excita, soy tu mar bravío que espera ser conquistado… el placer de tu mirada me inunda de sensaciones, me hace sentir mujer, brava y sin pudor... Dejo mis huellas en cada centímetro de tu piel, recorro mi lengua por cada parte de tu cuerpo, ardemos en deseo con un fuego que no se extingue, recorres mis anhelos ardientes, desequilibras mis deseos con esa fuerza que me deja hechizada, no te detengas... mi cuerpo es huracán sin rumbo, es inmensa mi locura… SIEMPRE TE AMARE, I LOVE YOU, MY DARLING.

jueves, 26 de septiembre de 2013

Relajada, tranquila… gracias a mi playa


Como una de las cosas locas que a veces hacemos, mi hermanita y yo nos fuimos dos días de playa en un viaje repentino, sin planificar. Llevábamos excelente compañía, iban dos de nuestros hijos y tres amigas más. No queríamos ruido, un sinfín de actividades o cientos de personas. No sabíamos si el tiempo nos iba acompañar o no ya que por estos días a llovido mucho, pero tuvimos la suerte de que ambos días fueron soleados y la temperatura era perfecta, de hecho, nos achicharramos a pesar de la crema... La idea era desconectar y descansar. Lo logramos indudablemente en esas aguas cristalinas y su arena completamente blanca, típica playa paradisíaca...
Estábamos muy cansadas y nos hacían falta unos días de relax. Y sin dudas no hay lugar como el mar para ello, es una maravilla estar aquí en la playa, sin obligaciones, sin niños pequeños, sin horarios… perdidas en el tiempo escuchar música, leer, conversar de muchos temas, reír en abundancia… y muy importante amigos, en estos dos días no pisamos la cocina, todo lo compramos ya elaborado y en otras ocasiones comimos fuera de casa.
El mar es lo que más me gusta en el mundo. Estoy acostumbrada a pasear por su orilla, incluso con viento y lluvia, me relaja mucho mirar al infinito, escuchando esos murmullos de la playa: las gaviotas, el romper de las olas, los rumores de las voces... La playa es el lugar en el que me encuentro más tranquila, donde tomo aire y me siento yo misma.
El mar tiene una energía especial, entraña multitud de significados y evoca sensaciones distintas en un mismo individuo. El mar es capaz de modular nuestro estado de ánimo, eliminar los pensamientos negativos y el desequilibrio emocional. El hombre busca poder, la naturaleza busca justo lo contrario, expresarse, extenderse, expandirse salpicarnos de sus colores, entregarse, ofrecerse, morir tranquilamente, para volver a resurgir.
La playa es un lugar maravilloso donde la naturaleza es generosa, el agua que baña la orilla llega con unas olas que de momento generan un lindo movimiento… es un lugar tranquilo y que genera atardeceres únicos. El paraíso soñado esta frente a mí. Justo lo que había deseado durantes las últimas semanas.
Es intensa la experiencia de disfrutar de una playa tranquila. Tomamos el sol, bebimos cerveza y refrescos, y nos relajamos porque sin dudas el rumor de las olas y la belleza del escenario hacen que las preocupaciones y el estrés del día a día desaparezcan. Ya en el atardecer tenía la sensación de que hacía un siglo que había llegado a este precioso rincón del mundo, este lugar tiene la capacidad de hacerme sentir lejos de todo menos de mi misma y de las cosas que verdaderamente importan.
Al llegar la noche del primer día, nos fuimos a comer a un restaurante y después a bañarnos en la playa durante un buen rato, ya tarde entre risas y una amena conversación regresamos a la casa. Nos dimos una ducha para quitarnos el agua salada y la arena, y nos sentamos a seguir charlando mientras nos bebíamos unos tragos. Al poco rato, fui y me tumbé en la cama desde dónde escuchaba aún las risas de los otros y me sentía tan tranquila y feliz del día que habíamos compartido que me dormí profundamente. Como hacía muchos días no podía hacer.
Al día siguiente nos levantamos con nuevos bríos y continúo aquel disfrute de naturaleza, de tener tiempo para todo lo que en nuestra ‘organizada’ sociedad parece que no encontramos tiempo fácilmente. El mar con la suave cadencia de las olas, con el arrullo del canto de la brisa y con el ondulante vuelo de las gaviotas nos transmite energía y sensaciones de paz y armonía. El mar nos baña con la magia del ensueño. Los pensamientos se evaporan y nuestra mente vuela y vuela sin rumbo, ni sentido, sin fuerza, lánguidamente desde el horizonte infinito hasta dibujar una sonrisa al divisar un caracol olvidado, o pequeñas piedrecillas formando un corazón en la arena.
La magia de caminar por la playa esta en la diversidad; sus ofrendas no se limitan a los objetos que encontramos. También podemos recoger pensamientos coherentes de entre los escombros dejados en nuestra mente por las tormentas emocionales. Es casi imposible tener pensamientos pequeños cuando caminamos por una playa vacía, a solas. La insistente y eterna cadencia del agua suaviza los cortantes filos del miedo y de la duda, hasta dejarlos tan lisos como las húmedas y brillantes piedras de una playa rocosa. Ello suele venir acompañado por un sentimiento de lo efímero de nuestro paso por el mundo, y nos imbuye de una conciencia agridulce de que todos los fuegos se apagarán algún día. Por eso es, que las llamas actuales son tan preciosas.
En general, fueron dos días muy relajantes y tranquilos, donde vivimos lento, empapadas en los parajes naturales, disfrutamos del tiempo, ¡sin duda esperamos volver! Todo resulta mucho más puro frente al mar. Es muy rico poder despejar la mente de vez en cuando. Lamentablemente ya es hora de volver a la normalidad aunque la verdad es que he vuelto como nueva.

martes, 17 de septiembre de 2013

¿Buscando la felicidad...? Error garrafal


Son muchos los que todo el tiempo están en busca de la felicidad. Creo que cometen un error garrafal… buscan la felicidad, cuando la decisión de ser felices la tienen ellos. Es cierto que cuando estamos atormentados por los problemas no nos damos cuenta de eso, lo digo por experiencia. Pero también por experiencia digo que la decisión es nuestra. Además como decía Aristóteles, “todos estamos de acuerdo en que queremos ser felices, pero en cuanto intentamos aclarar cómo podemos serlo empiezan las discrepancias”.
A muchos se les pasa la vida buscando la felicidad, esperando ser felices, y cuando llegan al final de su vida se dan cuenta de que desperdiciaron mil momentos para ser felices en su desesperada búsqueda de la felicidad. Muchas personas confunden felicidad con la estabilidad económica, con el éxito laboral o con tener una familia…
Intentando alcanzar la felicidad, muchos tienden a mirar hacia el futuro, piensan en lo que no tienen y desean tener, pensando que esa meta es lo que traerá la felicidad a sus vidas. Otros miran hacia el pasado, lamentando oportunidades perdidas, errores cometidos, culpándose y castigándose al pensar que si lo hubieran hecho todo de otra forma ahora serían mucho más felices; de ese modo lo único que hacen es torturarse dándole vueltas a cosas que ya nunca podrán cambiar. Hay gente que lo tiene todo y son infelices y amargadas, mientras hay gente que tiene muy poco pero son felices con lo que tienen y aún así están agradecidas en la vida.
La felicidad es una actitud, es un estado de ánimo, no es una meta, no se busca, nos pertenece. La vida es una copa plena de felicidad, pero nunca se te da llena. Te dan un sorbito de vez en cuando, un sorbito que tienes que ir llenando gota a gota todos los días, para sobrevivir. Felicidad es hacer lo que se desea y desear lo que se hace. Las personas felices aceptan las cosas que no tienen remedio y luchan por las que tienen solución. La felicidad es valorar lo que se tiene, olvidarse un poco de los problemas y cantar hasta quedar afónicos.
No es un camino, no es un lugar, ni un metal precioso que con dinero se puede comprar. Felicidad es una flor a la orilla de un río, es una puesta de sol, es la risa de un niño… es miles de cosas pequeñas y hermosas. No tiene nombre, fecha, ni edad, simplemente es, porque la felicidad está dentro de nosotros y no hay que buscarla, sólo descubrirla y disfrutarla. No hay más secreto que ese. Es necesario comprender que no hay mayor secreto para ser feliz que buscar la felicidad en nuestro corazón y vivirla cada minuto de la vida.
Cuando decidimos indagar en nuestro interior, aceptarnos como somos, perdonarnos a nosotros mismos por los errores del pasado, saber dónde estamos hoy parados y a dónde queremos ir, cuando asumimos la vida tal como es en ese momento para construirla, mejorarla, mantenerla, alimentarla… a partir de ahí es que somos realmente felices.
La felicidad no existe ni en el futuro ni en el pasado. Es un estado emocional, interno, que solo puedes sentir en el presente. Recordar un suceso pasado puede hacernos sentir contentos, pero esa felicidad la estamos sintiendo ahora, la vivimos ahora, la experimentamos en el momento presente, no en el pasado, y eso es lo que le da valor, lo que la hace real y lo que todo el mundo busca cuando afirma que quiere ser feliz. Y además, es necesario cultivar una actitud positiva que nos permita reaccionar ante las dificultades con decisión y coraje, de forma positiva y optimista. Ya que la vida está llena de desafíos, pero depende de nosotros cómo enfrentarlos.
Es necesario caminar de la mano con la vida, no delante de ella ni detrás; dejar que las cosas vengan como deben venir, no llamarlas o detenerlas, sólo esperarlas en paz y aceptarlas tal como vienen. No hay que inquietarse ni perder la paz, solamente envolvernos en ella y amar, eso sí, nunca dejar de AMAR, porque de hacerlo perderemos lo más valioso de nuestra existencia y el real sentido de la felicidad completa.
He aprendido que hay que dejar que la vida te sorprenda, te aturda… porque lo realmente bueno de ella nos desordena… y díganme que no… lo rico engorda, lo bonito sale caro, el sol que ilumina el rostro arruga y así sucesivamente. Por eso hay que disfrutarla con intensidad. Reír a carcajadas, viajar, correr, meterse en el mar, quitarse la ropa... besar a la persona que quieres y jugar, cantar hasta quedarte sin aire, bailar hasta no tener fuerzas y aliento… todas estas cosas desconciertan y a muchos asombran. Pero no me importa me gustan y me hacen feliz.
Necesitamos vivir enamorándonos de la vida, de nosotros mismos y de aquellos que están a nuestro lado. Desde lo más profundo de nuestro ser tenemos que sacar fortaleza para caminar por el mundo con la frente en alto y saber afrontar cualquier situación que nos lastime. No podemos dejar que el dolor nos llene el corazón, la vida es y será como nosotros queramos que sea.
Hay personas que nunca pueden ser felices porque dejan que su felicidad dependa de mil y un detalles, que tienen en sus vidas el miedo al mañana ya incrustado. Muchas veces la felicidad nos pasa al lado y ¡ni siquiera la vemos! Hay que aprender a sentirla, a valorarla, a descubrirla.
Los problemas, las angustias, la incomprensión y el desespero son cuestiones pasajeras. ¡Todo pasa! Después cuando vuelve a salir el sol ves más claro el camino y la tormenta anterior en ocasiones parece tonta y sin sentido. Hay que ser feliz todos los días porque tenemos miles de motivos para serlo, si contamos nuestras bendiciones seguramente nos sorprenderemos.
No te la pases agitando tus desgracias, pronosticando tragedias imaginarias, asustado por posibles males que a lo mejor no llegan nunca. Nacemos para luchar por la felicidad… casi para crearla, para hacerla a pesar de la tristeza, los desencantos, los errores, las malas jugadas y los irremediables imprevistos. La felicidad no se va buscando en bienes y placeres. Se actúa bien y ella sola se nos va presentando. La felicidad no es estar añorando y extrañando todo lo que nos falta sino encajar en todo lo que tenemos.
Estoy segura que muchos entienden lo que quiero decir. Y aquellos que aún siguen buscando la felicidad, por favor deténganse y sólo siéntanla dentro de ustedes, en sus corazones porque ser feliz es el resultado del trabajo interno a nivel mental y espiritual.
Recuerden lo que dijo Voltaire: “Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una.” Así que todos los días al levantarte di: “Hoy seré feliz”, y… ¡sé feliz!, vive alegre, en paz contigo, ama a los demás, sé simple y serás feliz.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Las caricias de tus manos



Quiero escribir sobre tus manos y acariciarlas palabra a palabra. Tus manos me dicen lo que tu no me dices por vergüenza, por no parecer loco, por no ser demasiado cuerdo o porque inexplicablemente te has quedado sin palabras. Cuando tus manos se pierden en mi espalda y la recorren a pasos cortos todo el estrés que la aprisiona se deshace como helado de fresa en la boca.
Tus manos dibujan mi pecho, pintan caricias en mi piel, abrigan mi alma, navegan en mi océano, son la calma de mis días, el refugio de mis noches, mecen mi deseo, son la fuente de mi manantial, el calor de mi piel. Ellas me llevan al mundo de los locos sin remedio, el mundo de las tierras sin fronteras.
Son grandes y suaves, cálidas al tocar, imparables cuando de amar se trata, saben cómo dar desde la caricia más dulce hasta el toque más ardiente, más intenso... Esas manos tocan cada parte de mi ser y hacen que se erice mi piel... creando remolinos en mi cuerpo cada vez más intensos... acaríciame... tócame... bésame... enséñame la dulzura que reflejan tus ojos, la locura que operan tus brazos y esa encantadora sonrisa que esgrimen tus labios...
Dame lo que guarda tu mirada dibújame en la piel tus manos, llévame a conocer el universo de tus ojos y descubrir los misterios de tu corazón… Abrázame con la fuerza de tu alma, toma mi mano y vamos juntos a buscar nuestro destino.
Tus manos acarician mi cuerpo lentamente y me hablan con caricias suaves que me estremecen por dentro, con una dulzura que solo tu sabes hacer. Caricias aterciopeladas que rozan mis sentidos, suavidad a flor de piel al contacto de tus manos, que recorren despacio mi cuerpo, cierro los ojos y me dejo llevar por las sensaciones, disfruto de ellas… Siento una explosión electrizante al sentir tus labios cerca de los míos. Es intenso el placer que nos envuelve, la dulzura de tu cuerpo arrebatado y atrayente y el vértigo que nos empuja cuando estamos juntos y nos amamos.
¡Dios! Que el tiempo detenga sus manecillas cuando miro tus ojos y veo la pureza de tu alma, cuando beso tus labios y una simple gota de lluvia nos permite valorar el momento en que estamos juntos.
Cuando tus manos me tocan abro todos mis sentidos, saboreo todo lo que perciben a través de tus caricias, se inunda de alegría mi corazón y bombea más sangre ante tanta excitación que siente mi cuerpo, siento la necesidad de fundirnos en un beso largo apasionado mientras que tus caricias llegan hasta tocar mi alma con ellas...
Con tus manos acaricias mi cara, vistes mi cuerpo desnudo, me levantas cuando caigo y las extiendes para que yo te tome de ellas y no me aparte de ti. Sólo ellas saben cómo despertar las sensaciones de mi cuerpo, tantas veces han explorado cada parte de mi piel... amo tus caricias... amo tus manos... no las apartes jamás de mí. ¿Sabes? A veces las cosas no duran tanto como deseamos. Así que ven, bésame y haz todo lo posible para que aunque hoy se acabe, el recuerdo dure siempre.
Esa pasión que recorre tus venas me hace prender esta llama... sumérgeme en tu mundo y tus caricias, ahógame con tu lujuria y embriágame con tus manos recorriendo este cuerpo que pide a gritos tus manos tocando mi rostro y luego muriendo... Dame tu sonrisa para darle un nuevo sol a mi día, dame tu alegría para acabar con la monotonía de mi vida, dame tu voz para ahogar el silencio, dame tu vida para vivir cada día teniendo tu presencia...
Tus manos temblorosas desprenden mi ropa y se abren camino hacia el placer más intenso, me hacen embriagar de lujuria y también de deseo hasta sentir tu cuerpo fundido al mío y alcanzar esa deliciosa sensación de llegar al vacío donde sólo hay placer y eternos gemidos, pasiones misteriosas que embriagan todos mis sentidos hasta desear que me tomes otra vez, mi amor.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Leer una gran verdad



Sí, eso es lo que acabo de hace en este instante, y ¿saben lo mejor?, es algo escrito por mi hace dos años. Saben que mis días y mi ánimo no andan muy bien, aunque los comentarios de ustedes y las palabras de otros amigos me han hecho sentir un poco mejor. Es que tengo encima muchas cosas y preocupaciones como ya les dije.
Pues bueno… hablemos de lo que me hizo escribir hoy. Buscando unos materiales escritos por mí y que he perdido, encontré uno que me detuve a leerlo porque me llamó la atención su título A PESAR DE LOS PESARES. Al terminar no tuve otra opción que sonreír porque digo justamente lo que hay que hacer cuando uno está muy atormentado o triste, son cosas que yo normalmente hago, y que no he hecho en estos días. Viene tan perfecto a mi estado de ánimo que además de hacer lo que dice, se los pongo aquí nuevamente para los que no lo leyeron hace dos años y con el perdón de los que lo hicieron por repetirlo.

A PESAR DE LOS PESARES
¿Saben que a pesar de las adversidades de la vida, de nuestros fracasos, pecados, caídas... nosotros podemos construirnos un poco de felicidad y quizás hasta sentirnos en ese instante absolutamente felices? Es cierto, lo sé por experiencia. En muchas ocasiones a pesar de mis preocupaciones, de la cólera que me domine en determinado momento hasta el punto de estar ciega por la ira que sienta, muchas veces sin saber con exactitud siquiera hacia donde me dirijo… me he detenido de pronto a sentir la brisa en mi rostro, a escuchar el canto de los pájaros, a admirar el vuelo de las palomas, he quedado fascinada al sentir la risa estruendosa de un niño y en ese momento me he dado cuenta de lo hermoso que es vivir y a pesar de mis pesares, me he sentido feliz.
Si amigos, es cierto... a pesar de sentir a veces que mi energía se agota, de sentirme cansada con algunas de mis luchas, de sentir sangrar mis heridas, de muchas veces inventarme una sonrisa para esconder mi dolor… a pesar en ocasiones de tragarme mis verdades, de sentir que mis angustias me arañan el alma... si me quedo un instante extasiada disfrutando de la luz y el calor del sol, del bullicio a mi alrededor, de la alegría que emana de los niños, de respirar un poco de aire puro a la orilla del mar… me siento feliz nuevamente, feliz de estar viva.
A pesar de mis fantasmas internos y de mis eternos miedos me aferro a la esperanza por la vida porque la fe en el futuro da lugar a actitudes positivas y alegres. Me aferro al amor porque le da significado a la vida... a la familia y a los amigos porque son las personas más importantes que tenemos y nos hacen el mundo un lugar mejor, ellos son la vida misma que crece a nuestro alrededor para ayudarnos a seguir... y también me aferro a los sueños y trato de alcanzarlos de manera honrada porque no me gusta rendirme ante el engaño y las miserias humanas.
El día a día es un aprender constante y está demostrado que no podemos aferrarnos a conceptos equivocados o desactualizados, porque sino nos iremos quedando atrás tan solo con nuestra terquedad; el mundo y nuestro entorno cambian a cada paso, los conocimientos evolucionan y se actualizan constantemente. Somos seres humanos, susceptibles a errores pero somos mucho mejores personas cuando somos capaces de aceptarlos y aprender de ellos. Cuando somos capaces de levantarnos y seguir adelante sin duda mejoramos y crecemos como ser humano, porque indudablemente esa actitud mejora nuestra forma de ser, de actuar y de pensar.
Por eso… a pesar de la rutina que a veces nos envuelve, la apatía, las ilusiones que se quedan dormidas, las viejas heridas del pasado que en ocasiones sangran y nos entristecen, las traiciones de algunos amigos, la incomprensión de otras personas, del desamor, de las malditas miserias humanas que envuelven al mundo, que nos atrapan y nos entristecen, de las guerras que si no se detienen de una vez por todas van a destruir nuestro bello planeta azul y exterminar nuestra raza... a pesar de todo eso yo sigo apostando por la vida, por el amor, por la amistad, por los hombres capaces de construir un mundo mejor.
Y por eso sigo aferrándome a la fe porque es la fibra y la fortaleza del alma, a la confianza de que todo es posible. Me aferro a todo lo que soy y a lo que he aprendido, no menosprecio nunca lo que siento, ni a las personas, ni las cosas que a veces parecen insignificantes y no por ello dejan de ser importantes, escucho siempre a mi corazón que en muchas ocasiones me habla con más fuerza que la razón... recuerdo con cariño a los que me han ayudado a ser mejor como ser humano, me gusta apoyar a otras personas… Es primordial aprender a dar con verdadera generosidad, eso nos prepara espiritual y psicológicamente para afrontar y recibir todo lo que la vida nos puede brindar.
Miro a mi alrededor y me maravillo de la vida que me rodea, aunque sea tan solo unos minutos me detengo a mirar el verdor de los árboles, la belleza de un parque, la alegría de un niño, la bondad y el amor que muchas personas tienen para ofrecer, la mano amiga que siempre está extendida y entonces me siento absolutamente feliz, a pesar de mis pesares.
Hagan la prueba cuando se sientan tristes y atormentados, pongan su atención aunque sea por un breve instante en las cosas hermosas de la vida. Verán que se sienten mejor y con fuerzas para seguir adelante.


Después de leer esta gran verdad, yo les prometo que haré la prueba una vez más, aunque se que da buenos resultados. Los quiero y gracias por todo.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Cosas de la vida



Me he perdido por muchos días, pero tengo muchos problemas por resolver y preocupaciones... en ocasiones prácticamente ni duermo. No he puesto nada en el blog no por falta de tiempo es más bien por falta de inspiración... los problemas últimamente me han atormentado más que de costumbre y tengo una desazón desacostumbrada en mí. Todo está de cabeza... solo así puedo resumir mi situación actual... siento como que si anduviera deambulando en una dimensión desconocida…
Estoy en esos momentos difíciles de pasar, en realidad es un estado como rutinario y toda rutina es mala, estoy triste y eso es malo. Me animo a decir la verdad y dejarla escrita, estoy triste y por dentro duele muchísimo, no sé cuanto porque hace rato no lo puedo medir, pero sé que lo estoy.
Además el tiempo no se presta para nada o casi nada... ayer llovió todo el bendito día... y la inspiración a diferencia de uno, no se quiso despertar, y probablemente esta arropada dormida en mi cama... ¡suerte que tiene la maldita! Con esta falta de motivación me es muy difícil escribir sobre cualquier tema o deleitarles el sentido del humor...
Tengo la sensación de que me han colocado en un lugar que no es el mío, de que estoy donde no debería estar, ni con quien quisiera estar. Voy cabalgando de un sentimiento a otro buscando paz, comprensión, plenitud. Y no lo encuentro. Anhelo la reciprocidad de un abrazo. Siento que quiero dar y no me dejan; siento que me dan pero no recibo. Hay personas que me aman como solo saben hacerlo y lo hacen esperando mi respuesta, una respuesta que no encuentran. Sólo sus miradas saben hablarme de esta ausencia, fuera de palabras, llena de vacíos... y mi cuerpo se estremece, como si fuera un último suspiro, casi siempre esperando una caricia que no llega.
Estoy como aturdida… sinceramente he tenido días en que hasta me he olvidado de este idílico lugar, mi querido blog… Pero estoy intentando regresar a el, a ustedes y a mi misma. Me he prometido continuar como sea con el blog con esos textos que tanto les gusta, con anécdotas, reflexiones… los que me conocen saben que soy una caja de sorpresas, siempre salgo con algo fuera de lo común, ya sea para bien o para mal.
Hoy me gustaría escribir algo bonito, algo como que la claridad del día me inunda el cuerpo y brota de mí ese algo especial, único, que tenemos las personas cuando nos sentimos en plenitud. Pero la plenitud está tan lejana de mí ahora, que sólo puedo sentir, a pequeños sorbos, la débil luz de una extraña estela vieja y polvorienta...
No entiendo mucho mis reacciones, no sé tampoco como reaccionar, sólo me dejo ir con cada día, y dejo que las cosas me vayan llevando y yo tratando de poner lo mejor de mi, sonrió y hasta hago chistes, estoy con gente y me gusta estarlo, me encanta pasar el tiempo charlando y haciendo cosas pero llevo conmigo a todos lados esta tristeza.
Tengo esta maldita sensación que es una mezcla de sentimientos, aburrimiento, soledad, frustración, entre otras cosas que ni siquiera sé catalogar... estoy cansada de no trabajar, estoy sintiéndome sola y es raro porque tengo gente a mi alrededor que me quiere pero es otro tipo de soledad la que siento... ni siquiera me sé explicar, no sé que me pasa, ¿será que estoy estresada? Puede ser, lo cierto es que día tras día todo es igual y ahora con esta puta sensación...
Uno puede estar bien y puede estar mal, puede tener un día de mierda y un día que brille como ningún otro, puede pasar muchas cosas y saber reconocer la perfecta diferencia entre cada momento, pero que mal que es cuando mezclado con todo eso por dentro se lleva esa fea sensación de tristeza casi todo el tiempo. Desearía poder dejar de repetir esa fea palabra. Pero diantres aunque esté rodeada de personas me siento sola... sin nada interesante más que este blog al que no he podido acceder en estos días y que se ha convertido en una ventana a través de la que miro y me doy un poco al mundo...
¿Se han sentido alguna vez como que si ahogaran en un vaso de agua? ¿Como que cada acción que hacen resulta en una reverenda cagada? ¿Como que cada decisión que toman fuera un garrafal error tras otro? ¿No? Pues bienvenidos a mi mundo actual entonces... que para rematar mi princesa no anda bien de ánimo porque sufre muy en carne propia la situación de su abuela y para colmo se siente abandonada por sus amigos del alma, por muchachos que ella consideraba casi sus hermanos y que con una facilidad tremenda le han dado con la puerta en la cara por satisfacer caprichos de alguien que hasta hace un año para ellos no existía.
Así que además de todo tengo que tratar de sacarla de esa situación porque no puedo esperar que nadie más lo haga y ellos no creo que den marcha atrás en su actitud porque consideran que no están haciendo nada malo, que así es como debe de ser. Que pena, ¿verdad?, porque desde joven hay que aprender lo que vale un amigo de verdad y cuando se tiene hay que cuidarlo por encima de todo, porque al final todo pasa y el amigo es el que queda. Los errores hacen mucho daño y si no se corrigen a tiempo el daño puede ser irreparable.
Emociones, surgen otra vez pero estas son tantas y con tanta intensidad... como el mar en furia arrasando con todo hasta lo más profundo... No sé exactamente cual es la causa, pero se que está aquí, todo a flor de piel...
Esto es lo que siento desde hace días, es lo que me ha salido cuando me he puesto a escribir esta mañana. Creo que hablo de varias cosas a la vez, falta de cariño en algunos casos, soledad en otros, pero lo que me inquieta es que puedo variar esta sensación varias veces a lo largo del día, eclipsando en algunos momentos estos sentimientos, por no mostrar pena o tristeza.
Soy honesta conmigo misma, algunas cosas no tienen solución y si no tienen solución dicen que no deberían ser un problema, pero ¿qué pasa cuando no se puede con eso y se convierte en un eterno problema? Que pena decirlo, que pena más grande sentirlo y no saber resolverlo… pero me miro y digo.... estoy triste.
Escribir cuando me siento mal no me gusta. Creo que solo me hace pensar en lo negativo. Últimamente siento muchos vaivenes en mi salud emocional, me gustaría absorber más lo positivo pero en estos momentos creo que me es imposible. No sé si alguien se habrá sentido alguna vez como yo ahora…
Pero bueno... raras veces los planetas se alinean y te comienzan a venir buenas noticias de todos lados y poco a poco vas viendo la luz al final del túnel... así que espero yo irla viendo también.
Soy dueña y responsable de lo que me pasa, no pido tampoco agradarle a todo el mundo, ni compasión por parte de nadie ni mucho menos pena y lastima, sé que tengo una rara forma de ser y tampoco pido que la gente la entienda, en realidad no pido nada en absoluto… sólo he querido expresar como me siento gran parte del tiempo últimamente aunque no lo haga ver, aunque no lo muestre... estoy triste y quisiera ya no estarlo...
Quiero descontrolarme, salir y gritar lo que siento, sin pensar en nada ni nadie... ver caras, ver gente... quiero irme lejos… quiero desaparecer porque todo lo que me rodea me es familiar pero no reconozco nada... me miro en el espejo y me veo a mi pero tampoco me reconozco. Enloquezco en mi propio caminar de todos los días... doy pasos sin ir a ningún lado... estoy caminando en círculos sin avanzar... Estoy totalmente fuera de mí y tengo miedo...